Una Caja Vasca, por y para la ciudadanía de Euskal Herria

23/02/2011
Ante la nueva ley de cajas y el proceso de reestructuración del sector, las secciones sindicales de ELA en BBK, KUTXA, VITAL y CAN apuestan por el mantenimiento de su carácter “social”.

El viernes 18 de febrero el consejo de ministros ha aprobado un nuevo decreto ley incrementando el ratio mínimo de solvencia que deben tener las entidades financieras a un 8% de core capital o capital básico (el porcentaje de capital más reservas del que las entidades podrían disponer inmediatamente ante una eventualidad sobre el total de los activos ponderados por riesgo) y de un 10% para las entidades financieras no cotizadas en bolsa o sin accionistas privados, entre las que se encuentran las cajas.  

Este Decreto Ley obedece a una doble voluntad política y económica impulsada por las fuertes presiones de la banca privada y dirigida por el Banco de España cuyo único fin es hacer desaparecer a las cajas y su especial naturaleza jurídica abriendo la puerta a su privatización y a la conversión de estas entidades en sociedades anónimas.  Se ha puesto en marcha, para las cajas de ahorros, una cuenta atrás que les llevará a que la salida a bolsa sea prácticamente su única opción.

La banca privada ve cumplida con ello dos de sus reivindicaciones históricas: eliminar a su único competidor y poder hincarle el diente a la obra social para convertirla en beneficio privado para los accionistas.

En los últimos tiempos las autoridades políticas y monetarias públicas, incluido el Banco de España, han estado lanzando mensajes confusos, contradictorios y oscuros con la única pretensión de ocultar la verdadera situación existente en algunas cajas. Una ocultación que han facilitado explícitamente, permitiendo  la aplicación de criterios contables que ocultaban la difícil situación de un buen número de entidades, sin querer reconocer, que  el problema de la mayoría de las cajas de ahorro, ha estribado, en la defensa de los diversos intereses políticos protagonizados por la mayoría de los mandos de las cajas y no la defensa del carácter social de las mismas

ELA apuesta por el mantenimiento del  carácter “social” de las Cajas de ahorro 

Desde ELA  apostamos por el mantenimiento del carácter social de las cajas por ello, entre otros motivos,  nos opusimos a la SIP de Caja Navarra y  nos opondremos de manera categórica a la bancarización o la privatización que se planteen de  nuestras  cajas.

La principal característica que ha distinguido hasta ahora a las Cajas de Ahorro de los bancos es que no son en su esencia entidades con ánimo de lucro. Estas nacieron como entidades destinadas a realizar labores de apoyo a las clases más desfavorecidas y a contribuir al desarrollo económico integral de su territorio. En la actualidad están obligadas por Ley a aportar parte de sus beneficios a Obra Social. Por tanto, las cajas no tienen propietarios, sino gestores, y no cotizan en Bolsa, por lo que no pueden ser adquiridas por capital privado.

Por el contrario, los bancos son entidades con ánimo de lucro, debiendo destinar sus beneficios a satisfacer a sus accionistas y a cubrir reservas. 

Nuestro modelo para una Caja fusionada

Para ELA, una fusión de las tres cajas (sin renunciar a nuestra reivindicación de una caja para toda Hego Euskal Herria con la inclusión de la “CAN”) sería una buena ocasión para corregir el rumbo neoliberal tomado y consolidar el carácter social del proyecto de las cajas de ahorro, así como para obtener un compromiso de la nueva Caja con el conjunto de la sociedad vasca, al servicio de la ciudadanía, por y para el desarrollo económico y social de Euskal Herria.

Los últimos años algunas cajas vienen manteniendo una política restrictiva en materia de gasto social, de forma que éste se ha revisado tomando como referencia fundamental el Índice de Precios al Consumo, a pesar de que el aumento de beneficios fuera muy superior. ELA considera que esta política debe corregirse y una parte sustancial  de los beneficios debe destinarse a gasto social mas necesario que nunca en estos tiempos de crisis. 

En este sentido, abogamos  por que nuestras entidades sean gobernadas y sus intereses dirigidos desde Euskal Herria, con un modelo de gestión transparente y publico , que no puede ni debe supeditarse a intereses partidarios ni condicionarse a la satisfacción de demandas de poder ( como ha pasado en los otros intentos de fusión)  

ELA demanda que el proceso de fusión de las cajas corrija las discriminaciones y homologue las condiciones laborales de todos sus trabajadores y trabajadoras incluida obra social, empresas participadas, etc., así como que el ámbito territorial de la negociación colectiva en la nueva entidad sea el de los cuatro territorios históricos. ELA no apoyará ninguna operación que suponga la rebaja en las condiciones laborales de los trabajadores de las entidades actuales de Euskal Herria.