DATOS DE EMPLEO (EPA)

Una de cada cuatro mujeres sigue atrapada en contratos parciales y temporales

28/04/2025
Los datos publicados por la Encuesta de Población Activa muestran un mercado laboral que, pese a la creación de empleo, mantiene elevados niveles de precariedad. El número de personas ocupadas presenta un leve incremento de 3.600 respecto al trimestre anterior. Las mujeres han tenido una evolución positiva al incorporarse 5.700 al mercado laboral. Por territorios, mientras que en la CAPV han aumentado en 11.200 la cifra de personas ocupadas; en Navarra el descenso ha sido de 7.600. En cuanto a los sectores, la ocupación ha aumentado en el sector de la construcción (7.600), seguido del sector servicios (2.500). No obstante, la industria pierde 5.200 personas y la agricultura 1.100

La calidad del empleo continúa viéndose afectada por altos niveles de precariedad. Si reparamos a la tasa de temporalidad de los contratos, vemos que esta no se ha movido del 19,4% en el último trimestre. Son ya diez trimestres, desde el cuarto trimestre de 2022, sin ver una bajada en esta tasa. En este aspecto, encontramos que las mujeres sufren una mayor precariedad, ya que la tasa asciende en su caso al 23,6%, mientras que entre los hombres se sitúa en el 15,2%. Cabe señalar que la temporalidad es cada vez más alta en el sector público, sobre todo en la CAPV, donde prácticamente una de cada dos personas (46,3%) se encuentra en esta situación

La jornada parcial involuntaria es otra cuestión que afecta en mayor medida a las mujeres. Más de una de cada cuatro mujeres (26,3%) tiene un contrato a jornada parcial, mientras que entre los hombres la tasa se sitúa en el 9,5%. Esto es otra muestra de la discriminación que siguen sufriendo en el ámbito laboral.

En cuanto al desempleo, ha habido 108.100 personas desempleadas en Hego Euskal Herria, lo que supone un descenso de 1.600 personas respecto al trimestre anterior. A raíz de este descenso, la tasa de paro se ha situado en el 7,7% (7,3% entre las mujeres y 8% los hombres).

Aunque se registran ligeras mejoras en el empleo, se observa un empeoramiento en las condiciones de calidad del mismo. De forma que estos datos no deben ocultar una realidad preocupante: el mercado laboral continúa lastrado por elevados niveles de precariedad, desigualdad de género y una elevada temporalidad, especialmente en el sector público.