20J: Trabajo, vida y acogida digna

20/06/2024
Leire Estevez y Mirari Ullibarri, Acción Social

Hoy, 20 de junio, es el Día de las Personas Refugiadas. En un contexto de auge de la extrema derecha, donde los discursos de odio, el racismo, el militarismo, las necropolíticas, la externalización de fronteras y la aprobación del Pacto de Migración y Asilo nos acechan e interpelan como sociedad, las personas que formamos parte de ELA, como sindicato de contrapoder, debemos más que nunca afianzar nuestro compromiso con la causa de las personas refugiadas y el antirracismo. 

Hace unos días la activista nicaragüense Silvia Zúnica nos decía lo siguiente: “todos los días vemos en la política nacional e internacional crímenes de odio, políticas públicas que no reconocen nuestros derechos humanos, que nos mantienen en los márgenes invisibilizadas en la precariedad”. Cuando hablamos de poner las vidas en el centro, hablamos de todas las vidas, debemos avanzar hacia un contrapoder de la mano de nuestras compañeras migradas y racializadas. Como dice nuestra compañera de ELA Katia Henríquez, no basta con decir “no soy racista”, es necesario tomar acciones, debemos dar un paso hacia el antirracismo.

Asimismo, no basta con hablar del derecho al asilo, debemos hablar de reparación y decolonialidad, no se trata de integración o de “dejar” vivir en un país, se trata de establecer condiciones para poder vivir dignamente en ese país. Mireia Perea, refugiada y activista de los Derechos Humanos, explicaba que el derecho al asilo cuando se garantiza puede llegar a salvar la vida de muchas personas, pero este no solo debe centrarse en la llegada, es necesario crear una red de apoyo y comprensión por parte de la sociedad de acogida, de nada sirve reproducir los mismos esquemas de poder. Necesitamos abolir la Ley de Extranjería, y además pasar a ser una comunidad que acoge.

Las personas migradas son, junto con las mujeres, aquellas que ocupan los trabajos más precarios y de mayor explotación, mayores tasas de temporalidad y parcialidad, en los casos en los que se consigue acceder al mercado de trabajo. Por todo ello, vemos más necesario que nunca avanzar hacia un sindicalismo antirracista. Pueblo a pueblo, empresa a empresa. Entre todas pero sobre todo con ellas, los y las militantes migrantes y/o racializadas. Desde el contrapoder hacia el antirracismo.

Hoy, día Internacional de las Personas Refugiadas, reivindicamos vías seguras para que migrar no suponga nunca más dejar la vida en el camino, la abolición de la Ley de Extranjería y acogida digna. El asilo es un derecho, no un privilegio. Todos los derechos para todas las personas.