Bomberos: más empleo, no a las horas extras

01/08/2019
Paco Zabalza López de Guereñu (ELA-Bomberos)
Recientemente se ha reabierto el debate sobre las horas extras en general y en la Administración de Navarra en particular. Sin entrar en datos concretos, lo que queda claro es la cantidad importante de puestos de trabajo que se pierden a causa de ellas. Ni sindicalmente, ni por conciencia social, se deberían admitir y mucho menos justificar las horas extras, sea cual sea la excusa que se plantee para realizarlas.

 

Quede claro que nos referimos a las horas extras estructurales y que en el caso concreto de bomberos se vienen realizando cíclicamente en una cantidad considerable, no a las horas puntuales de intervención o a causas de última hora.
Haciendo un poco de historia, en bomberos ya se rechazó ampliar la jornada laboral en 135 horas anuales, para hacer posible la creación de más puestos de trabajo. Históricamente, los bomberos nos hemos sentido responsables del servicio y eso ha llevado a traspasar unas líneas rojas que no deberíamos, y este asunto es el mayor exponente de ello.
Llegados a este punto, deberíamos ser conscientes de que nuestra responsabilidad es únicamente la de exigir y luchar por una plantilla acorde a la cartera de servicios que realizamos, dejando a la dirección de bomberos y a los políticos la responsabilidad de dotar de los recursos necesarios que cada uno precise, plasmada en una convocatoria de OPEs masivas que de verdad den solución a las carencias que muchos servicios de la administración padecen.
Otra reflexión que deberíamos hacer es el tan controvertido asunto de las listas de contratación: si nos oponemos a ellas (que lo hacemos), con más rotundidad nos deberíamos oponer a las horas extras. Al menos, ese empleo se lo ganaría alguien que proviene del desempleo y no alguien que ya tiene un puesto fijo. Nuestra apuesta es por el empleo fijo y de calidad.
Alguien aducirá que la no realización de horas supone un deterioro del servicio y un riesgo para la seguridad de los bomberos. A esto cabe decir que siendo las horas extras de carácter voluntario, lógicamente la gente las realiza cuando le viene bien, pero de esta manera no se asegura ese personal necesario, como se ha demostrado en estas fiestas en las que entre los parques de Pamplona y Cordovilla han estado muchos días 4 bajo mínimos, en otros parques también y nadie se ha sentido responsable por ello. No solo en fiestas, ni solamente en Pamplona seguiremos así buena parte del verano.
Otra idea en discusión es la de demandar que las horas se paguen más caras para que a la Administración le salga más rentable la contratación de personal fijo. Estando de acuerdo en que la hora extra de intervención nunca debería pagarse por debajo de la hora normal, la solución de pagar todas a un precio caro esconde el deseo de cobrar más, puesto que quien lo plantea sabe perfectamente que aún pagando el doble que actualmente, a la administración le saldría siempre rentable en comparación con un puesto fijo. Además, no se trata de eso sino de la solidaridad debida con los que peor lo pasan en estos momentos.
Ni sindicalmente ni personalmente debemos admitir las horas extras, pues éstas por un lado, pueden enmascarar un mal sueldo, impidiendo la lucha por mejorarlo, y por otro alimentan el egoísmo personal. Aún más importante: suponen una insolidaridad manifiesta con el resto de la clase trabajadora. Solidaridad que deberíamos retomar con determinación.
Cuando votamos e incluso cuando hablamos desde una mentalidad de izquierdas, es en estos detalles donde demostramos realmente lo que somos, lo demás es pura fachada.
Es por esto que desde ELA queremos impulsar la consigna de “Bomberos libres de horas extras”, con el objetivo de que se extienda a toda la Administración.