¿Dónde quedamos las personas cuando cuidar son sólo números?
Nuestro tiempo con ellos rara vez alcanza siquiera una hora en total en todo el día. Con la falta de personal que vivimos, nuestro trabajo se ha vuelto una auténtica carrera contrarreloj, una carrera donde lo único que importa es cumplir tareas en tiempos cada vez más cortos. Tik... tak... tik... tak... suena el reloj, y ya estamos en la siguiente tarea.
Han pasado más de 20 años desde que comencé a trabajar en la residencia donde desempeño un servicio esencial como es la atención a personas mayores. Prestando un servicio que las administraciones públicas ceden al negocio privado.
Saliendo del turno de trabajo y de camino a casa veo sorprendida la noticia de que casi en un centenar de las 154 residencias de mayores de Bizkaia se han incumplido los ratios de personal. Tik...tak... el reloj de mi cabeza se detiene y escucho mi corazón: Pum… pum... pum…pum... En ese instante con rabia, pero con mucho orgullo, recuerdo los más de 600 días de huelga realizados en la última década para la mejora de las condiciones de trabajo por un cambio de modelo y por la mejora de la ratio. Pum...pum...pum...pum...¿Por fin Diputación nos ha escuchado?... Por desgracia, la noticia que comienzo a leer no es lo que parece...todo sigue igual.
Pum, pum, pum...pum...Cada vez más indignada, aprecio en la noticia que para nada se habla de la verdadera realidad que vivimos a diario personas usuarias, familiares y trabajadoras. No mencionan el hartazgo por la ineficacia de la ratio pasada y actual. Esa ratio que para quienes no lo sepan, tras muchos años de inacción por parte del Gobierno Vasco y motivada por la presión del conflicto de residencias liderado por las trabajadoras de ELA allá por el año 2017, el Gobierno Vasco aprobó el 31 de julio de 2019.
Insuficiente, puro maquillaje. Pum...Pum..Pum...pum...
Todavía más enfadada, y releyendo la noticia, compruebo incrédula que no se hace mención alguna de esa ratio de la que hablan, ese decreto que defienden, no menciona que no garantiza la seguridad de trabajadoras y residentes en horario nocturno, ni que no requiera un servicio de enfermería las 24 horas del día, ni la mejora el servicio de atención de facultativos médicos.
Pero por si fuera poco, además omite que dicho decreto no contempla ni siquiera una ratio para el personal de limpieza, de lavandería o de cocina. No mencionan que con la aprobación de la nueva ratio dieron cobertura a la externalización de estos servicios. Tampoco mencionan que con esta nueva regulación excluyeron de su aplicación a viviendas comunitarias y pisos tutelados.. Y si hablamos del equipo de personal gerocultor, que os puedo decir, no mencionan que con la aprobación de dicho decreto en el 2019, aprobaron menos horas de atención de las que recogía el anterior de 1998. Y curiosamente no mencionan que cuando las trabajadoras hemos estado en huelga el Gobierno Vasco si se ha preocupado por garantizar que haya más personas trabajando que un día normal mediante sus servicios mínimos, lapidando así el derecho a la huelga.
Así que sí, pum... pum... pum...pum... nosotras si tenemos claro que “no nos va a temblar el pulso”. Seguiremos denunciando que incumplir la ratio de personal es permitir conscientemente que en nuestras residencias de Bizkaia cada persona reciba, como máximo, 60 minutos de atención al día, aunque cumplirla tampoco lo garantiza. Seguiremos denunciando que la falta de personal nos lleva al límite, haciéndonos enfermar y desgastando la calidad del servicio bajo ritmos de trabajo insostenibles. Pum... pum... pum… pum... señora Antxustegi, no nos va a temblar el pulso al decir, alto y claro, que son ustedes las responsables de esta situación. Porque esa ratio, esos números son a todas luces insuficientes, pero en sus manos está modificarlo y con ello mejorar la realidad de nuestras residencias.
Porque casi una década después nos tenemos que preguntar: ¿dónde quedamos las personas, cuando para ustedes cuidar se reduce a números?