El PSE, Idoia Mendia y el euskara

12/09/2016
Ante el ejercicio de ignorancia, mentira o mala fe, o mezcla de la tres, cometido por Idoia Mendia respecto a las políticas públicas sobre euskera hemos sentido la necesidad de pronunciarnos. Hemos querido responder, no para reforzar el enfado de la comunidad vascoparlante, sino para hacer ver otra realidad a las personas que no conocen el euskera en nuestra comunidad.

Habla Idoia Mendia de la libertad para utilizar el idioma de elección de cada cual. Se olvida de un pequeño detalle: solamente las personas bilingües ofrecemos a quienes quieran comunicarse con nosotras la libertad de elegir el idioma. Quienes únicamente hablan un idioma se lo imponen a quienes quisieran comunicarse en el otro.

La comunidad vascoparlante es discriminada diariamente y masivamente en este país con dos idiomas oficiales, con frecuencia no podemos comprar el pan o recibir asistencia médica en nuestro idioma de elección. Defendemos también la igualdad, queremos, al igual que las personas que han elegido vivir en castellano, poder vivir en euskera. Justo es reconocer la situación de todas las personas que querrían saber euskera y no lo han podido aprender, pero la responsabilidad de Idoia Mendia debería ser la de solventar esas dificultades para asegurar en un tiempo que toda la sociedad ha podido aprender euskera, al menos con un nivel que permita la comunicación pasiva.

Pero, además, Idoia Mendia miente. Dibuja una sociedad en la que todo el empleo público es para personas vascoparlantes y se atreve a hablar de Osakidetza. En Osakidetza solamente el 29% de la plantilla (por debajo del 35% de la población que se declara bilingüe) ha demostrado los conocimientos de euskera definidos como objetivo. ¡Y dice Mendia que los requisitos de conocimiento son excesivos! En Osakidetza se exige (en las plazas en las que es requisito, unas 9500 de una plantilla de 33.000) un conocimiento equivalente al B-2 del Marco Europeo Común, es decir, el nivel que certifica una capacidad de “relacionarse con hablantes nativos con suficiente fluidez y naturalidad”. Nivel que está por debajo del EGA que tanto les molesta. Por cierto, para poder trabajar en Osakidetza, cualquier persona que provenga de un país en el que el español no sea oficial debe demostrar un nivel de castellano superior al equivalente del EGA ¿Les están discriminando también?

Habla también de discriminación en el acceso al empleo público por la exigencia del euskera. Podemos recordarle los datos escandalosos de Osakidetza, que usted debería conocer.

Por otra parte, si a una persona le apeteciera trabajar en Osakidetza como personal médico, aunque no haya aprendido Medicina ¿Le estaría discriminando Osakidetza?

El empleo público es para dar servicio a la ciudadanía. En un país con dos idiomas oficiales, lo natural es que las personas que vayan a trabajar en el ámbito público, además de tener los conocimientos técnicos requeridos por el puesto de trabajo, conozcan los dos idiomas oficiales en los que deberá dar el servicio. Es más, las personas que trabajan en la administración deben tener derecho a trabajar en el idioma de su elección, pero si las compañeras de trabajo no conocen el euskera, inevitablemente deberán trabajar en castellano. ¿Dónde quedan sus derechos?

Es cierto que hay personas que no pueden trabajar en el ámbito público porque no conocen el euskera. Corresponsable de esa situación es Idoia Mendia. ¿Cómo es posible que a partir de que finalizase la dictadura fascista, nuestro sistema educativo no garantice que, sin excepción, quien finaliza los estudios básicos conozca suficientemente los dos idiomas oficiales? El PSE-PSOE ha ostentado la dirección de la Consejería de Educación en tres legislaturas, alguna responsabilidad tendrá en ello.

Pero la señora Mendia es responsable en primera persona. La anterior legislatura fue la Consejera responsable de la Función Pública. En ese tiempo no tomó ninguna medida para favorecer que las personas que no conocen el euskera puedan aprenderlo. En este país todo el esfuerzo para aprender el euskera recae sobre personas individuales. El aprendizaje del euskera no es gratuito y tampoco se favorece la conciliación de la vida profesional con el aprendizaje del euskera. Muchas veces ni siquiera en el ámbito público. En esa Osakidetza que tanto preocupa a Idoia Mendia, al personal eventual no se le dan facilidades para aprender euskera, ¡y es el 35% de la plantilla de Osakidetza!

Queremos una sociedad en la que una persona castellanoparlante pueda vivir en castellano si quiere, pero exigimos a los poderes públicos ese mismo derecho para las personas vascohablantes también, derecho que hoy por hoy no se respeta.

Los poderes públicos, en un proceso con tiempos ciertos, deberían asegurar un conocimiento de los dos idiomas oficiales, que permita, al menos, que cada cual se comunique en el idioma que elija.

Discursos como el de Idoia Mendia buscan el rechazo de las personas que no conocen el euskera hacia este idioma. Si quiere aportar en positivo, que haga propuestas que permitan a toda la población conocer ambos idiomas para que cada cual elija el idioma que quiera.

El castellano se impone legalmente y en la práctica diaria, sin embargo, la Secretaria General del PSE-PSOE considera que la política lingüística sobre euskera discrimina a las personas castellanoparlantes.

Resulta llamativo que una persona llamada socialista hable en términos de mercado sobre la libertad de elección. Debería saber la señora Mendia, que en esta sociedad de mercado se tiende a promover la desigualdad, fortalecer al fuerte y debilitar al débil. Lo mismo ocurre en relación a las comunidades lingüísticas. La actual situación de minorización del euskera y discriminación de las personas euskaldunes es resultado de las políticas lingüísticas discriminatorias y uniformizadoras de los sucesivos gobiernos españoles (y franceses). La lucha contra la desigualdad exige una política pública que asegure los derechos de toda la sociedad, también respecto al idioma. Aunque quizá la señora Mendia tenga un problema con ese principio básico de socialdemocracia, o quizá no todas las letras de las siglas de su partido tengan el mismo peso.

Por otra parte, creemos que los actuales responsables de la política lingüística del Gobierno vasco deberían repensar su política de “amplio consenso”. El consenso en política lingüística debe apoyarse en el respeto de los derechos lingüísticos de euskaldunes y castellanohablantes. Nunca en la supremacía de un colectivo sobre el otro.

Deberían huir de las trampas que recurrentemente les tienden partidos como el de la señora Mendia, en el sentido de diluir progresivamente las medidas encaminadas a restituir sus derechos a la discriminada y maltratada comunidad euskaldun.

Los partidos uniformizadores lo tienen claro. La misma Idoia Mendia lo expresó claramente hace unos meses: “el euskera ya está normalizado”. Es decir, que “hasta aquí” han llegado.

¿Se les va a reconocer el derecho de veto para condicionar la política lingüística en la CAPV?

El Gobierno Vasco y el PNV deberían responder claramente a esta cuestión.

PELLO IGEREGI SANTAMARIA- Responsable de ELA en Osakidetza

LEIRE TXAKARTEGI IRAMATEGI- Responsable de euskera y miembro del Comité Ejecutivo de ELA.