Hacer el indio

24/04/2002

Idoia Zenarruzabeitia, vicelehendakari del Gobierno de Gasteiz, se ha reunido el pasado miércoles con el ministro español de Administraciones Públicas, Jesús Posada, para negociar las transferencias pendientes a la CAPV. Aunque las expectativas que Lakua tenía respecto de la reunión eran tan escasas que, curándose en salud, la parte vasca había dicho que la reunión era para tomar la temperatura a la voluntad de Madrid de cumplir el Estatuto.

La cosa terminó como todo el mundo sabía que iba a terminar: Madrid se choteó de manera inmisericorde de la emisaria vasca y le recordó que no admite como base para la negociación la lista de 37 transferencias pendientes aprobada hace años por el Parlamento de Gasteiz, sino sólo una relación mucho más corta que no pasa de 7 u 8 materias.

De todas maneras, el ministro Posada tampoco está dispuesto a transferir esas pocas competencias, alegando dificultades técnicas, políticas, ‘de oportunidad’, o, simplemente, que “tienen que consultarlo”.

La educadísima vicelehendakari -educadísima con Madrid, por decirlo todo- declaró tras la reunión que ésta se había desarrollado en términos ‘cordiales’, y que “seguiremos insistiendo”.

Francamente, mal está que Aznar y compañía nos vacilen con la lealtad al Estatuto de Gernika. Peor, mucho peor, que portavoces de instituciones vascas hagan lo mismo. Porque sólo quien no se quiere enterar no se ha enterado a estas alturas de que Madrid no se siente en absoluto vinculado por el Estatuto.

Bien estará no perder las formas y la buena educación. Pero de ahí a hacer el indio o, como en este caso, la india, cuando se está representando a instituciones y, en último término, a la ciudadanía de este país, hay un trecho.