CAMPAÑA CONTRA EL RACISMO

Hacia un sindicalismo antirracista

14/06/2024
Leire Gallego, Responsable del área de Género, Ekintza Soziala e Inmigración
Hace unos días celebramos en Tudela una asamblea con personas delegadas de ELA de origen migrante. No fue casualidad realizar la asamblea en Tudela. Mientras que la población de origen migrante en Nafarroa es del 17,9%, en algunas localidades de la Ribera supera el 30%. Muchas personas de origen extranjero vienen a trabajar a las conserveras o a trabajos estacionales como la recolección de diferentes alimentos en el campo. Como no podía ser de otra manera, estos datos también se reflejan en la afiliación y candidaturas de elecciones sindicales de ELA. ELA cuenta con alrededor de 200 personas delegadas de origen migrante en Hego Euskal Herria, de las cuales el 50% se encuentra en Nafarroa. 31 de ellas son personas delegadas en la Ribera, más concretamente.

Mi mujer es de origen migrante, pero estudió aquí, es enfermera. Cuando le vieron por primera vez en el Hospital le dijeron que cogiese el trapo y se pusiese a limpiar”

Un compañero se iba a casar y le denegaron el permiso de matrimonio, le dijeron que por religión no le correspondía, por ser rumano”

A veces hay favoritismos hacia las chicas latinas por parte de los encargados”

A veces hay faltas de respeto, te dicen “eh tú” aunque se sepan tu nombre”

Menea las manos como meneas el culo en la discoteca”

Estas son algunas de las vivencias que las personas delegadas de origen migrante de ELA han experimentado en sus centros de trabajo durante su experiencia laboral.

Las frases mencionadas salieron en la asamblea de Tudela a raíz de preguntarles cuáles eran las discriminaciones que habían sufrido en sus centros de trabajo. Cuando pensamos que hemos avanzado en materia de igualdad, de género o de raza, nos encontramos con encargados o mandos que parecen salidos del sur de Estados Unidos en el siglo XVIII.

Tras esos comentarios hay prejuicios, desconocimiento, estigmas, sexismo etc. que todavía están latentes en nuestra sociedad y debemos trabajar activamente hasta hacerlos desaparecer.

¿Cuántas veces escuchamos comentarios sexistas sobre las mujeres latinas?

¿Cuántas veces vemos que hay gente que no hace el esfuerzo de aprenderse el nombre de una persona de origen migrante? Sin embargo, luego no tenemos ningún problema para aprendernos los nombres de futbolistas o influencers.

También hay clasismo tras esos comentarios. Cuando vemos a una persona racializada pensamos que ocupa un puesto precario, que no puede ser la encargada o la CEO de la empresa.

Todas tenemos una labor de deconstrucción que hacer, debemos despojarnos de nuestra mirada colonial. Al igual que hemos ido aprendiendo a mirar todo con gafas moradas, también nos corresponde ponernos las gafas antirracistas, para identificar y diagnosticar las situaciones de discriminación contras las personas migrantes.

En ELA seguimos el camino hacia un sindicalismo antirracista. Contamos con lo más importante, militantes migrantes o racializadas con capacidad de organización y de lucha. Los siguientes pasos, los iremos construyendo entre todas, ya que nos hemos propuesto llevar esta campaña a más de 1800 secciones sindicales en Hego Euskal Herria. El objetivo: conseguir una sociedad más justa y basada en los derechos humanos y la igualdad.