La esperanza está en la movilización

25/04/2013
Gobiernos, Patronal y organismos de apariencia falsamente neutral (CRL…) trabajan juntos para evitar la conflictividad social mientras se llevan a cabo las mayores agresiones de los últimos 40 años contra la clase trabajadora.

La “ley” -no importa que sea injusta- debe ser acatada. Nos martillean diciendo que hay que “arrimar el hombro” porque “todos vamos en el mismo barco”. Tenemos que ir “juntos”, los que obtienen todo lo que piden del imperio de la ley (el capital) y quienes sufrimos las consecuencias. Nos vienen a decir: “actuad con responsabilidad”; esto es, “acordad la paz social”. ELA no va a estar ahí. 

Próximamente, se pueden producir tres hechos relevantes en el ámbito político, social y sindical vasco. El primero, la Mesa de Diálogo Social que ha anunciado el Consejero Sr. Aburto. El segundo, un posible Acuerdo Interprofesional con la Patronal. Y el tercero, una huelga general. 

Llamar “diálogo social” a este derribo de todo lo social es un despropósito. ¿Cuál ha sido el resultado con López, Barcina, Zapatero...? Más paro, pobreza y desigualdad. Recortes sociales, reformas durísimas, fiscalidad injusta, deterioro laboral sin precedentes, eliminación de la negociación colectiva en el sector público... ¿Qué queda del diálogo social sin todo eso? Nada. Y, si eso es así... ¿Qué justifica estar sentado en esas mesas? Es muy simple; la financiación que reciben quienes participan. Una certeza: Todo lo que nos importa a la clase trabajadora se decide entre el capital y los gobiernos fuera de esas mesas.

Los gobiernos, éste y el anterior, saben que hay organizaciones sociales -sindicatos incluidos- muy dependientes de los presupuestos públicos. Lo saben y abusan de esa debilidad estructural, la falta de autonomía financiera, para obtener su apoyo. Aburto ha dicho que “habrá diálogo social” y que “a las mesas irá quien quiera”. Una matización al Consejero: No habrá diálogo social porque todo está decidido antes de ir a esas mesas. El diálogo social se lo han cargado los propios gobiernos que dan todo directamente a la Patronal. El Gobierno Vasco, si da continuidad a esas mesas, sabe por qué lo hace: necesita cobertura sindical para sus políticas y la obtiene de la minoría sindical a la que el gobierno legitima rompiendo las reglas de juego democráticas. Tras esa matización, un apunte más: Los atajos, muchas veces, no llevan al lugar deseado. Que se lo pregunten al Lehendakari López. 

El segundo tema, el Acuerdo Interprofesional (AI). En febrero de 2012 algunos lo intentaron y fracasó. Dicen que porque alguien se negó a aceptar el “arbitraje obligatorio” que pedía la patronal. Un año después, Rajoy se lo ha dado a la Patronal. El “arbitraje obligatorio” quedaba en la última reforma un tanto difuso. Se decía que “correspondía a las Comunidades Autónomas desarrollar una Comisión de Inaplicación de los convenios colectivos”. Pues bien, el PP, aprovechando el Real Decreto de la Reforma de Pensiones, ha establecido que si las Comunidades Autónomas no regulan esa Comisión en un plazo de 3 meses, será Madrid quien decida la inaplicación de los convenios. Confebask está rebosante de alegría.

ELA no acudió a la negociación de aquel AI, y explicó por qué. Le dijimos a la patronal que sabíamos, por lo que unos y otros decían, que la reforma que preparaba Rajoy iba a cambiar por completo la regulación de la negociación colectiva conocida hasta entonces y que, sinceramente, era demagogia barata cerrar cualquier acuerdo para que quedase en agua de borrajas. Así fue; la reforma se hizo, y fue brutal. Las leyes, más en esta coyuntura, se adaptan a las exigencias de la patronal a toda velocidad. En el caso del arbitraje, lo que la patronal no obtuvo en aquel AI por cesión sindical, lo logra porque se lo da el gobierno. ¡Vaya juego de tahúres el de la patronal y los gobiernos!

¿Qué va a hacer el Gobierno Vasco tras la modificación del PP? ¿Va a preferir que sea Madrid quien decida los arbitrajes, igual que en Navarra? ¿Va a establecer obstáculos para dificultar que se destrocen los convenios vascos? Establecer una Comisión de Inaplicación “a la vasca” para que diga y haga lo mismo que Madrid no es Marco Vasco de Relaciones Laborales y Protección Social (MVRL y PS). Hasta la fecha, lo que nos ha enseñado el Gobierno Vasco, es que pudiendo, nunca ha impuesto a la patronal unas condiciones peores que las que le reconoce la ley española. Si Aburto pone obstáculos reales al arbitraje obligatorio, ELA sabrá valorarlo.

Afirmar hoy, tras la reforma, que un AI puede “blindar” el convenio sectorial es completamente falso. Afirmar hoy que los convenios de sector van a ser un mínimo obligatorio en las empresas, también es falso. Culpar a ELA de “dejar sin convenio a muchos trabajadores” es una estupidez. Esa demagogia sindical no resuelve el problema que la reforma agudiza: el control que la patronal ejerce sobre la negociación colectiva y sus contenidos. ¿Acaso no hicimos la huelga general de Marzo de 2012 contra la reforma laboral porque pretendía dejar a mucha gente desprotegida de los convenios?

Sí, las reformas se han hecho para destruir empleo (fácil y barato), para bajar salarios y para debilitar nuestra defensa colectiva. ¿Van a hacer más reformas? La CEOE pide otra porque la última “se ha quedado corta”. Y los ultras de Bruselas exigen otra “vuelta de tuerca”. Mucho cuidado. En Grecia han llegado a eliminar el derecho a la negociación colectiva. ¿Qué dice ELA? Que la negociación colectiva va a ser una cuestión de relación de fuerzas; va a depender del nivel de sindicalización en cada centro de trabajo. Analizados los efectos que reformas similares a estas han tenido en otros países, ELA llega a una conclusión: si queremos ser útiles a nuestra clase tenemos una prioridad, la organizativa. Tenemos que aumentar la base sindical en las empresas. La organización de los trabajadores y trabajadoras es requisito imprescindible para la acción sindical. Es de esto de lo que hay que hablar en cada centro de trabajo. No se puede actuar como si no se hubieran dado las últimas reformas.

El tercer hecho, es la huelga general del 30 de mayo. En la movilización social está la esperanza. Sin duda. Sin movilización no obtenemos nada. Los derechos colectivos son consecuencia de la lucha. La regeneración de la política vendrá de ahí. Movilizar, es actuar con responsabilidad. De la resignación y aceptación acrítica de lo que nos imponen solo viene el totalitarismo. Hay que conjugar movilización y organización para reforzar nuestras estructuras de poder. Reforzar el sindicato como instrumento de contrapoder. Hay que sustituir el sueño imaginario de la influencia sindical en las moquetas (hablarán bien de nosotros-as si optamos por esa vía), por la asunción y representación de los intereses de la precariedad social y de la pobreza que se extiende día a día. La huelga general sirve, y mucho. Es lucha de clases.

 

Amaia Muñoa

Secretaria General adjunta de ELA