La transición ecosocial: el gran reto del sindicalismo

24/07/2023
Ainhara Plazaola, responsable de medio ambiente de ELA
Estos últimos años las consecuencias de la crisis ecológica han comenzado a ser más severas y no se toman las medidas necesarias. Los efectos de la crisis ecológica se veían lejos, pero cada vez tenemos más impactos en nuestra vida cotidiana. Y hemos empezado a notar estos impactos también en el empleo. Ante este futuro lleno de incertidumbres, en ELA tendremos que afrontar muchos retos que hasta ahora no hemos asumido. Por ello, el sindicato ha elaborado una propuesta de transición ecosocial.

La organización de la economía de HEH nos hace vulnerables ante esta situación, ya que la economía se ha dejado en manos de muchos factores que no están en nuestra mano. No es una economía circular. Está basado en la energía fósil y el extractivismo. Depende de recursos no renovables y actúa como gestor de estos: importa combustibles fósiles y minerales procedentes del exterior, los transforma y los vuelve a exportar fuera de sus fronteras. Es muy dependiente del transporte dependiente del petróleo y del mercado mundial. Nuestro modelo de producción, distribución y consumo, además de los impactos sobre el medio ambiente, genera una grave situación de dependencia. Es imposible mantener en el futuro la estructura económica actual. Los materiales necesarios para la economía son cada vez más escasos y las energías renovables no pueden sustituir completamente el consumo de energías fósiles de la economía.

Existe una estrecha relación entre la generación de empleo, el crecimiento económico y el impacto ecológico. El sector industrial es uno de los más representativos. Las empresas con un alto consumo energético son las que más empleo generan. Y las actividades que más facturan y que generan mucho empleo, son las que tienen este funcionamiento dependiente.

En el ámbito socioeconómico, la reducción de energía y material supondría la destrucción de muchos puestos de trabajo, siempre y cuando no se adopten otras medidas. La destrucción de empleo supondría una gran dificultad para que la clase trabajadora sustentase sus vidas, ya que para satisfacer sus necesidades hoy en día es imprescindible el salario y el mercado.

Por otro lado, está el sector de los cuidados. Es el que más peso tiene de todos los trabajos que se realizan (productivos y reproductivos), imprescindible para sostener la vida, pero es un sector invisibilizado y feminizado. La economía de Hego Euskal Herria se enfrenta, por tanto, a otro gran reto: el reconocimiento del trabajo de cuidados.

La economía de Hego Euskal Herria necesitará una profunda transformación para cambiar su funcionamiento. Los retos a los que nos enfrentamos requieren una profunda transformación socioeconómica: entender el trabajo como un medio para sostener la vida, y no la reproducción del capital. Para ello se deben desarrollar varias líneas de transformación:

  • Reducir el consumo de materiales y energía. Hasta estar dentro de los límites ecológicos y siguiendo criterios de justicia global. Esto afecta a nuestro modelo de consumo, producción y movilidad.

  • Reordenación del sector energético. Publificar el sector energético, desarrollar energías realmente renovables y frenar la producción actual de energías fósiles.

  • Relocalizar la economía. La economía debe ser local y circular, funcionando con materiales y energías renovables, transformando y diversificando el modelo productivo industrial.

    Transformar el sistema de transporte. No será suficiente la electrificación, hay que reducir la movilidad de las mercancías y centrar la movilidad de las personas en el transporte público y colectivo.

  • Aumentar la soberanía alimentaria. La agroecología y la silvicultura sostenible serán sectores clave en la economía del futuro. No sólo absorber las emisiones de CO2 y proteger el medio ambiente, también para relocalizar la economía.

    Reorganización de la economía. Poner en el centro los cuidados, la sostenibilidad de la vida y el reparto de los trabajos de cuidado feminizados.

  • Reparto de la riqueza y reducción de la jornada laboral para repartir el empleo.

     Desmercantilización de los servicios básicos. El refuerzo de los servicios públicos debe ser una prioridad para satisfacer las necesidades de la sociedad sin pasar por el mercado, garantizando a la ciudadanía la sanidad, la educación y otros servicios públicos.

Tenemos que avanzar hacia una sociedad más justa, democrática y sostenible y ELA debe ser parte de esta transformación. No podemos elegir entre perder el empleo o la destrucción capitalista. A través de la movilización y la negociación colectiva, debemos impulsar transiciones que aúnen los derechos laborales con actividades económicas compatibles con la vida.