Más pacto de rentas
La patronal española y los sindicatos CCOO y UGT están volviendo a hablar de un nuevo pacto de rentas, esta vez para el año 2003. Para el presente año 2002 también suscribieron otro pacto, del cual, según dicen, sólo se cumplió la parte de la moderación salarial y quedó sin cumplir el compromiso genérico de mejora de la calidad del empleo. El próximo año, y diga lo que diga el texto del acuerdo, ocurrirá exactamente lo mismo.
Cuando la negociación colectiva se formula desde un modelo de centralización, nula capacidad de presión y con pretensión de blindarse ante otras posibilidades de ámbitos, los únicos acuerdos que pueden cumplirse son los que se controlan en el origen, como son la moderación de los salarios y las nulas reducciones de jornada, ya que el resto de los contenidos, como la mejora en la calidad del empleo, sólo pueden ser analizados, diagnosticados y atacados desde el terreno concreto en el que tienen que modificarse. Ocurre que esta parte de un acuerdo general de política de rentas queda remitida a un espacio de juego inexistente, y en este esquema siempre gana la patronal.
En ELA ni creemos en ese modelo, ni nos resulta de referencia lo que pactan. Así ha sido en 2002 y así será en 2003. Nuestro modelo de negociación colectiva tienen que ser aquellos en los que la relación de fuerzas permita desarrollar una acción sindical de perfil reivindicativo, y los objetivos que establecemos alcanzan a unos incrementos de salarios por encima de la inflación, una reducción de jornada que permita la creación de empleo y una política de erradicación de las discriminaciones de todo tipo, en la que destaca la calidad del empleo.
Nuestra línea, de mayor dificultad porque busca resultados reales, necesita buena organización y mucha tensión reivindicativa. Este modelo de acción sindical es sencillamente imposible en el actual sindicalismo español, y por ello éste acude a escenarios de mucho renombre mediático y poco contenido sindical. Es el escenario que le interesa a la patronal.
S. ANDREU