¡Menos mal que las “ayudas” a la banca no estaban condicionadas!
El PP, la derecha económica e intolerante de siempre, no tiene problemas de conciencia; ve una “izquierda” desnortada, sin estrategia y aprovecha el tiempo para destruir conquistas laborales y sociales. Más allá de soportar mentiras -una profesión para este tipo de gente- sufrimos una situación de extraordinaria gravedad en la que la clase política, sencillamente, mira para otro lado y deja hacer.
Sus políticas representan una ruina social. Unido al completo fracaso europeo ¿de qué se trata? De imponer una inmensa estafa, en la que las deudas privadas de una pandilla de sinvergüenzas y ladrones se convierten en públicas para trasladarnos su irresponsabilidad e impunidad; de una clase política servil, que llega a modificar la Constitución (PP y PSOE juntos) para imponer que lo primero es pagar a quienes especulan con deuda (los propios bancos); dar una apariencia de oposición entre los partidos que no es cierta, el PP, PSOE, PNV, CiU y UPN acordaron el 21 de Junio en el Congreso de los Diputados el Pacto de Estabilidad en el que aceptan la agenda neoliberal acordada con Europa; y por último, de reforzar el centralismo español; tanto el PSOE –antes- como el PP –ahora- usan la legislación básica para que en todas las Administraciones se haga lo mismo. Hablar de autogobierno en estas condiciones es un eufemismo. Han diseñado un sistema para que, más allá de siglas, exista de facto un partido único en el Estado; un sistema para evitar políticas diferentes. Todo un chollo para el capital y un timo para la clase trabajadora. ¿Qué queda si todos los partidos aceptan ese juego? Sólo queda lo que están haciendo: recortes sociales, laborales, privatizaciones...
Los grandes partidos –que tienen un pacto tácito- han acompañado a Rajoy hasta este momento para que él remate la jugada. Digan lo que digan comparten la imposición de límites institucionales estrictos para impedir políticas de solidaridad. Esa es, en nuestra opinión, una característica esencial de este momento político. Nunca lo social ha sido tan importante y, desgraciadamente, nunca se ha relativizado tanto por la clase política. Compiten en elecciones sin que lo dicho en campaña tenga reflejo alguno en la acción de gobierno. Cambian gobiernos y hacen lo mismo.
ELA afirma con rotundidad que lo social es una prioridad. Esta política provocará mucho más paro y pobreza, quieren obligar a parados-as a aceptar condiciones de trabajo infrahumanas, se reducen los servicios y prestaciones públicas cuando más necesarios son, se privatiza lo público para que unos pocos hagan negocio con las necesidades sociales, convierten las relaciones laborales en una selva… Un suma y sigue sin fin. Quieren hacer creer que son consecuencias inevitables, como si se tratara de un agente meteorológico. Esta clase política nos llamó agoreros cuando anunciamos que esto iba a suceder. No somos más listos que nadie, simplemente, extraemos consecuencias de los países donde se han impuesto políticas similares. Pues bien, estamos en plena fase de extensión de la pobreza y quieren que sea una fase larga y dura. Una fase en la que la distribución de la riqueza sea mucho más injusta. ¡Qué paradoja! Una crisis causada por políticas que favorecieron la acumulación de capital y que quieren resolverla con más acumulación. De manera clara, son unos caraduras.
Es una política cruel, inhumana. Una política que rompe todos los equilibrios. Han decidido usar el desempleo como arma de disciplina social para sacar provecho del miedo y de la situación de necesidad de las personas.
Pronto convocarán las elecciones en la CAPV. Dando valor a esta situación excepcional que sufrimos… ¿a qué tipo de campaña van los partidos? Hemos analizado lo que sucede en Europa; los partidos que están en el gobierno se desgastan aplicando recortes y pierden elecciones pero son sustituidos por otros que hacen lo mismo cuando llegan a él. Ante una situación tan grave, ELA cree que es imprescindible obligar a los partidos a que definan de manera muy concreta las políticas que plantea cada uno sobre los temas esenciales que definen un modelo de sociedad que podamos llamar justo.
Nos dirigimos a toda la clase política… ¿No os importa lo que sucede? ¿Vais a apelar a una presunta “responsabilidad” para avalar políticas inhumanas? ¿Vais a hacer todos lo mismo? ¿No tenéis hijos, familiares o amigos en el paro?
No es verdad que no existan alternativas. Hemos hablado de ellas muchas veces. Además, podéis y debéis decidir que no se van a cumplir las medidas del PP en vuestro ámbito de responsabilidad institucional. La situación es tan grave que se puede y se debe abrir un conflicto político real en base a políticas alternativas. Si no es ahora ¿Cuándo? Es la única conclusión progresista que cabe ante tanto atropello. Si pensáis distinto, no hagáis lo mismo. Solo el no cumplimiento dará credibilidad. ¿Qué se exige para ello? Creer en lo social y voluntad política. Se trata de decir no y de no limitarse, igual que el Lehendakari, a presentar un recurso al Tribunal Constitucional del que todo el mundo conoce su resultado. Eso es hacer tongo. Estamos a la espera de que alguien en la escena política esté dispuesto a asumir ese reto y a soportar la presión del establishment económico y político cuando decida hacer suyo el dignísimo papel de atreverse a decir no.
Mostramos nuestra preocupación casi de forma angustiosa. La política tiene que despertar; tiene que saber decir no y asumir las consecuencias. Y sin embargo, no estamos viendo eso. Vemos un estricto cálculo electoral. Cuando más necesario es que la política marque distancias con un capital sin escrúpulos, más apela ésta a que “es tiempo de buenos gestores”. No, no es tiempo de devaluar el debate, no es tiempo de gestión; es tiempo de política de verdad. ¿Cuándo, si no es ahora? Si tienen voluntad es tiempo propicio para llenar de contenido social, desde ya, una propuesta política soberanista que enganche con el sentir de quienes peor lo están pasando. Una propuesta por y para la solidaridad. Para eso, esta coyuntura es una gran oportunidad. ¿La van a desaprovechar?
A nosotros no nos queda otra alternativa que seguir luchando. Y lo vamos a hacer.
Adolfo Muñoz Sanz “Txiki”
Secretario General de ELA.