No somos del Metal pero queremos unas condiciones dignas

07/07/2025
Urdax Bañuelos, coordinador de los sectores sociosanitarios de Araba de ELA
Gorka Urtaran, diputado de Políticas Sociales de la Diputación Foral de Araba, comparó el pasado miércoles en el pleno de control el sector de residencias y viviendas comunitarias con el sector del metal para indicar que las instituciones no pueden asumir “sine die” las condiciones laborales de las personas trabajadoras.

Sin entrar a valorar la financiación de ciertas empresas grandes del metal, el señor Urtaran deja de manifiesto que no ha entendido nada de la lucha de estas trabajadoras. Que el ámbito de los cuidados en Araba está mayoritariamente privatizado por decisiones de las administraciones como la suya no puede ocultar que el trabajo de los cuidados es esencial en nuestra sociedad y que debe ser público y gratuito. En cambio, como desde ELA hemos denunciado en muchas ocasiones, en Araba hasta hace muy poco abrir una residencia o vivienda comunitaria era una opción para cualquier persona que buscara hacer negocio. Aunque la comparación sea dura, lo mismo se abría un bar que una residencia de personas mayores. Y eso ha sido posible por la desregularización y las pésimas condiciones laborales que ha permitido la Diputación alavesa, y porque se ha construido un sistema público-privado donde lo que está en el centro no es la vida, sino el negocio. Hoy, cuando parece que el Diputado de Políticas Sociales se rasga las vestiduras ante la situación del sector, ELA quiere indicarle que, por supuesto, las patronales son las culpables de la coyuntura, pero que él es el responsable de que esto ocurra.

Hace unos meses los sindicatos éramos los culpables de la situación límite que se vive en las residencias de Araba. Debíamos de pedir mucho y éramos muy exigentes. Ahora, según palabras del Diputado, las patronales son las que no tienen empatía hacia el sector y las trabajadoras. Parece ser que él y las instituciones públicas no son nunca responsables de nada. Ha llegado el momento de dejar de ponerse de perfil y dar respuesta a las reclamaciones de las personas trabajadoras y de toda la sociedad alavesa.

En el sector de las residencias y viviendas comunitarias de Araba ELA, con más del 60% de representación, y las plantillas llevamos más de 6 años de huelgas y movilizaciones luchando por el primer convenio provincial. En total más de 50 días de huelga en los que las personas trabajadoras del sector han demostrado una entereza y determinación admirable. Mientras, durante años, tanto las instituciones como las patronales nos han negado la negociación y la mejora de las condiciones laborales. Primero se negaron a constituir la mesa, y tras la pandemia y hablarnos de la esencialidad de nuestra labor, nunca ha traído una propuesta suficiente. Por tener claro de qué hablamos: salarios que rozan el SMI, 1.774 horas anuales de jornada, nula prevención de la salud laboral, cientos de contratos parciales, acoso laboral, personas con más de dos y tres empleos para llegar a fin de mes... Es decir, condiciones laborales de precariedad absoluta que han impedido a estas personas trabajadoras poder tener un futuro.

Hace ya más de medio año, en el acuerdo presupuestario para los próximos años, se acordó destinar una cantidad de dinero al primer convenio del sector de residencias. Tal y como alertamos desde el sindicato ELA, había un riesgo de que lo que era una buena noticia, acabara en mera propaganda política. El paso de los meses, lamentablemente, nos ha dado la razón.

En estos momentos, seguimos sin nuevo convenio y el chantaje que las patronales están realizando a todo el sector y a la Diputación es inadmisible. Pero lo que el señor Urtaran debiera de hacer ante esta situación es activar todos los mecanismos que dispone para obligar a las patronales a mejorar su oferta. Lo que el sector de las residencias y viviendas de Araba necesita no es empatía que llega seis años tarde, sino medidas claras que vayan en la dirección de acabar con la precariedad. Todo lo que no sea eso volverán a ser palabras vacías y propaganda política.

Desde ELA lo tenemos claro: llevamos más de 50 días de huelga y, si estamos en esta situación, ha sido por la dinámica de huelga y por la activación de todas las personas trabajadoras. Seguiremos en ese camino hasta conseguir una mejora de nuestras condiciones laborales.