Puro orden público (Astekaria 127, Opinión)
En un comunicado ELA ha denunciado que Lakua pone a la Ertzaintza al servicio de la patronal. La nota se refiere al conflicto de Fundiciones Ocariz, de Agurain, en el que la Ertzaintza, "con un despliegue de medios totalmente desproporcionado, cargó contra los trabajadores".
Analicemos lo sucedido. El personal de Ocariz lleva más de un mes de huelga. La huelga es legal, como lo es el Comité de Huelga. La empresa no sólo no negocia con el Comité sino que, ilegalmente, le impide el acceso a la fábrica. Igualmente, el patrono impide el acceso de la Inspección de Trabajo. Mientras, tres camiones son cargados por personal ajeno a la empresa lo que supone ya sustitución ilegal de trabajadores sin que se sepa con certeza en qué consiste la carga, es decir, si se trata de piezas fabricadas o como sospecha más de uno de moldes o máquinas que se trasladan a otro sitio.
A todo esto, ¿qué hace la Ertzaintza? No protege el derecho del Comité de huelga a entrar en la empresa y saber lo que está pasando; impide que el Comité de Huelga y la Inspección comprueben si Ocáriz utiliza a trabajadores ajenos; impide que el Comité de Huelga inspeccione la salida de camiones para saber qué es lo que se está llevando. El único derecho que ha protegido la Ertzaintza es el de libre circulación de los camiones o, dicho de otra forma, el de Fundiciones Ocáriz a hacer lo que le da la gana.
Desde esta perspectiva, sin restar gravedad a la pasada de Agurain, lo más preocupante es que el Gobierno vasco convierta a la Ertzaintza en pura policía de orden público. Es decir, en policía que se preocupa del orden más que de los derechos.
Una peligrosa deriva que preocupa muy seriamente a muchos ertzainas, como puede verse en la entrevista del último Landeia con un representante de la sectorial de ELA-Ertzaintza.
GK