ELA rechaza la actuación de la consejera Arantxa Tapia y del Gobierno Vasco en Corrugados Azpeitia

ELA señaló el pasado 31 de marzo, en relación a los globos sonda que se estaban poniendo en circulación sobre Corrugados Azpeitia, que la ubicación de un proyecto siderúrgico en un núcleo de población va en contra de todos los criterios sanitarios, medioambientales y de seguridad. Nos reafirmamos en que pretender reabrir Corrugados Azpeitia en su antigua ubicación va en contra de las Directivas Europeas, los Planes de Ordenación Territorial de la CAPV y las normas urbanísticas de Azpeitia.
ELA considera inaceptable la posición de la Consejera Arantxa Tapia sobre esta cuestión, y más teniendo en cuenta que es la titular del departamento de Medio Ambiente. Que la Consejera de esta materia abogue, como lo ha venido haciendo, por hacer una batalla política partidista a costa de sus funciones debería hacer reflexionar sobre su idoneidad para ostentar la cartera de Medio Ambiente. A lo que habría que añadir la actuación y la posición ante cuestiones tan graves como el vertedero de Zaldibar, el fracking o la incineración.
La Consejera Tapia y su Gobierno están utilizando el caso de Corrugados Azpeitia como campaña política para ocultar la desastrosa política industrial y medio ambiental del Gobierno Vasco. Pretende aparecer como abanderada del empleo, a la vez que continúa ausente ante los miles de despidos a los que nos estamos enfrentado en Aernnova, ITP, Alestis, H&M o Tubacex.
Como se recordará, el Gobierno de Gasteiz, consciente de que la actividad de los hornos de la empresa era incompatible con su proximidad al casco urbano, decidió en 2009 calificar Trukutxo como suelo apto para la actividad siderúrgica. En 2013, con la fábrica todavía en funcionamiento, EH Bildu y PNV decidieron que la actividad de Corrugados debía abandonar su ubicación. Desde entonces, las instalaciones, sin actividad alguna, no han hecho más que deteriorarse.
Llega 2021 y en plena pandemia, mientras existe un consenso mundial respecto a que el futuro pasa por proyectos respetuosos con la vida y el medio ambiente, los nuevos propietarios de la empresa, Cristian Lay, trasladan su intención de reiniciar la actividad. Del nuevo proyecto solo se ha conocido un titular repetido constantemente por el Gobierno de Gasteiz y la Diputación de Gipuzkoa: "50 millones de inversión y 700 nuevos puestos de trabajo".
ELA no ha tenido información sobre el nuevo proyecto, y en el sector metalúrgico la incredulidad ha sido total. La seriedad de un proyecto se mide por su capacidad de trabajar con discreción y transparencia, convenciendo con argumentos. Nada de eso ha ocurrido. En declaraciones públicas, Miguel Angel Leal, consejero delegado de Cristian Lay, señala que hay "una intención de abrir la planta". Sobre los detalles del plan industrial, la consejera Tapia responde que "se encontraba en una fase preliminar" y que "un plan de viabilidad se encarga cuando se solicita una ayuda administrativa, y el proceso todavía no estaba en esa etapa". Estas declaraciones confirman la nula existencia de un proyecto trabajado.
En todo caso, ELA espera que una parte de esa inversión llegue a la factoría de Lasao, que ya sufrió un importante ERE, y que necesita un plan industrial para una planta que ha sido sostenida durante años por el trabajo de su plantilla.
Los calificativos utilizados por la consejera merecen una mención especial: cuando Cristian Lay, como todo el mundo esperaba, anunció que retiraba el proyecto, Arantxa Tapia trasladó su "malestar, tristeza y bochorno", calificó al consistorio de Azpeitia de "nuevo rico" y acusó a la alcaldesa de "no decir toda la verdad" y de "ocultar información". Dicha actuación es impropia de una consejera del Gobierno Vasco.
A la vista de todo esto, ELA rechaza la actuación de Arantxa Tapia y del Gobierno Vasco en Corrugados Azpeitia. Ni hay plan industrial ni, aunque lo hubiese, se debería abrir una empresa en un núcleo urbano, ya que ello va en contra de todos los criterios y normativas sanitarias, medioambientales y de seguridad de la población. Basta ya de jugar con la salud y las preocupaciones de la gente.