Ekainaren 19ko greba orokorreko ekitaldiak

2002/10/21

El cachondeo general provocado por el retraso de Mayor Oreja en la sesión parlamentaria en la que sonó la flauta y se aprobaron los Presupuestos para 2003, ha servido para que pase inadvertido lo que debió ser, y no fue, objeto del debate, es decir, el contenido de la ley.
Lamentablemente, esta falta de debate sobre los presupuestos se ha convertido en habitual. De hecho, parece que el ritual mande que el gobierno aproveche la ocasión para hacer propaganda de su carácter social y no dar explicación de sus contenidos, y el grueso de la oposición descalifique la propuesta tildándola de “soberanista” o de “presupuestos de Lizarra”, sin entrar a más detalle que alguna partida “política” que tenga que ver con el euskara o Iparralde. Fue muy significativo que en la sesión del 27 de diciembre los portavoces de PP y PSOE, cual examinandos a los que les ha tocado un tema que no se saben, fueran incapaces de hablar sobre el proyecto del gobierno lo suficiente para dar tiempo a que el tardón Mayor llegara a la cámara.
Y sin embargo los presupuestos necesitan un debate político y social que saque a la luz su naturaleza, su orientación y el modelo de sociedad que los inspira. Es precisamente a este debate al que quiere contribuir el informe elaborado por el Gabinete de estudios de ELA al que se refiere la entrevista de esta misma página.
El informe concluye que los presupuestos del Gobierno Ibarretxe, como la política fiscal de las administraciones vascas, se alinean con la más ortodoxia neoliberal hasta el punto de que cabe prever que, una vez más, la CAPV cierre sus cuentas con superávit. Una muestra de esta orientación la tenemos en la disminución del porcentaje de gasto destinado a materias como sanidad o educación, lo exiguo (aunque muy publicitado) de los fondos dedicados a vivienda, el desvío a empresas privadas de servicios que son responsabilidad del sector público o la insuficiente atención de los más débiles de la sociedad. Con tales planteamientos, no es de extrañar que el propio Banco de España haya aplaudido la política presupuestaria de la CAPV.
En resumen, quien se cachondeó doblemente el 27 de diciembre fue el gobierno, que nos robó la cartera ante el mutismo de una oposición que, o en el fondo está de acuerdo con el mismo modelo de sociedad, o anda metida en otros berenjenales.

HI