ELA continúa afianzando su mayoría en el conjunto de los cuatro territorios de hego Euskal Herria, y ha llegado a final de 2002 al 36,28%. Aunque partía con una representación superior al 40% en la CAPV, ha sido capaz de mejorarla y ha obtenido el 41,35% de representantes, con una distribución muy homogénea tanto en los diversos sectores, como en todos los territorios. La mejora de CCOO le sitúa ligeramente por encima del 19%. Esto contrasta con la significativa caída de UGT, que se coloca por debajo del 15%. LAB se queda prácticamente al mismo nivel logrado en 1999. En Navarra, ELA consolida una representación por encima del 20%.
INTENSA ACTIVIDAD
El mandato de la representación elegida en empresas con plantillas de seis o más personas tiene una duración de cuatro años, y agotado este período, se renueva. Por tanto, la representatividad de cada sindicato se modifica día tras día, en lo que se ha denominado ‘cómputo permanente’. Sin embargo, se dan períodos en que la concentración de mandatos a renovar es muy elevada, momento en el que tiene más significación el obtener una foto fija de la representación.
El cuarto trimestre de 2002 ha sido un periodo especialmente intenso de elecciones sindicales, sobre todo en la CAPV, donde ha tenido lugar una renovación de representantes superior al 60% del total, mientras que en Navarra la renovación, aun siendo superior al 30%, irá completándose a medida que avance el primer semestre de 2003.
Teniendo en cuenta lo señalado, nos parece un momento muy significativo para publicar los datos electorales sobre la representación de cada organización, que sirven también para comparar las modificaciones que se han dado en relación al 31 de diciembre de 1999, fecha en la que se cerró el anterior “periodo concentrado”.
La valoración de los resultados electorales adquiere, por otra parte, una significación especial teniendo en cuenta que, en 2001 y 2002, se han marcado claramente dos modelos sindicales en relación a la negociación colectiva: ELA ha planteado un perfil más reivindicativo, dando prioridad a las demandas de incremento de los salarios, reducción de jornada y lucha contra la discriminación. El resto de sindicatos han optado por otra estrategia, mucho más proclive a suscribir, incluso en minoría, acuerdos a la baja, y evitando siempre el conflicto abierto. Ahora, los trabajadores y trabajadoras han decidido en las urnas.
