"Mantener a flote La Naval". Emilio Urretarekin ("Izar" Sestaon ELAko ordezkaria) elkarrizketa, untziolaren egoerari buruz (Gaztelaniaz)

2004/09/19

Emilio Urreta, que vivió en primera línea la batalla contra el cierre de Euskalduna, cree que la decisión del cierre de La Naval está tomada y ha calificado de "cortina de humo" las manifestaciones realizadas el pasado domingo en Bilbao por el presidente del Gobierno español, Rodríguez Zapatero, a los representantes de los trabajadores del astillero de Sestao.

¿Cuál es la última hora en torno al futuro de La Naval?
El miércoles tuvo lugar una nueva reunion con la Sepi en la que mantuvieron, con el apoyo explícito del Gobierno español, su propuesta para la reconversión del sector naval público. Una propuesta que se basa en dos puntos, básicamente: la segregación de los astilleros militares y civiles, y la privatizacion de estos últimos, entre los que se encontraría La Naval, de Sestao. Estamos, por tanto, como la semana pasada, sin futuro alguno.

¿Por qué dice ELA que la privatización supondría el cierre?
La única manera de garantizar el futuro de nuestro astillero es que siga siendo pública. El sector naval es muy especial: para construir un barco se necesita un apoyo financiero importantísimo; sin el soporte del estado es imposible conseguir financiacion y competir en el mercado. Si esto es imposible, lo lógico es pensar que La Naval sólo sería interesante desde un punto de vista especulativo, por el valor de los terrenos que ocupa, y que cualquier comprador lo haría atraído por el beneficio inmobiliario de la operación, por lo que el cierre del astillero sería cosa de muy poco tiempo.

Usemos el sentido común& Nadie ha hecho una oferta por La Naval y por eso se privatiza... es el gobierno el que quiere deshacerse de ella, aunque sea a precio de saldo& Sólo los tiburones van a encontrar oportunidad de negocio en esta hipotética venta.

Hago de abogado del diablo. ¿Qué supondría el cierre de La Naval?
No quiero ni pensarlo, porque hay demasiado en juego. El cierre de La Naval supondría la pérdida de cerca de ocho mil empleos: 1.175 trabajadores directos, unos 2.500 de la industria auxiliar, y más de 4.000 inducidos. Sería, por extensión, un mazazo mortal para toda una comarca, Ezkerraldea, que perdería una parte muy importante de su tejido industrial y condenaría a la emigración a las futuras generaciones de jóvenes.

No podemos olvidar, tampoco, que los trabajadores directos podrían llegar a negociar salidas individuales medianamente dignas, pero el resto se iría al paro, sin más.

¿En qué han quedado las declaraciones de Rodríguez Zapatero en Bilbao de comprometerse a salvar los astilleros?
Se confirma que eran una cortina de humo. Es más, no puedo olvidar que durante el anterior mandato del Partido Socialista se cerró Euskalduna y que la experiencia nos dice que cuando en Madrid se toman decisiones que afectan a empresas públicas siempre se ha sacrificado a las empresas ubicadas en Euskadi; las decisiones han sido siempre políticas y se han basado en puras cuotas electorales.

Finalmente, ¿cuál es la postura de ELA?
Por todo lo comentado anteriormente no vamos ni podemos permitir el cierre de La Naval. Su futuro depende que que siga siendo una empresa publica, de que tenga una plantilla adecuada y que siga construyendo barcos... Lucharemos donde haga falta para impedir la segregación y la privatización.