Alcaldes franquistas (Astekaria 145, iritzia)
Cuentan que cierto alcalde franquista ordenó eliminar una pintada con cincel y maceta para arrancar así de raíz el ominoso mensaje. Fue peor el remedio que la enfermedad porque el odiado Gora Euskadi Askatuta! quedó grabado, indeleble, en la piedra.
Algo parecido está a punto de hacer el alcalde de Basauri que en su ceguera por machacar a las huelguistas de la limpieza de edificios públicos amaga con convocar una OPE. Aceptaría así el máximo de la reivindicación sindical de que los servicios públicos sean cubiertos por personal público y rompería el solemne juramento prestado en la Asociación de Municipios (Eudel) de mantenerse leal a la política de subcontratación de servicios. Cualquier cosa con tal de dejar sentado que el que manda es él. Cualquier cosa antes que dialogar, negociar y buscar soluciones, que es para lo que se supone que ha sido elegido. Soluciones que las trabajadoras han puesto sobre la mesa de negociación Y es que es muy bravo el alcalde de Basauri; bravo y sietemachos con las mujeres que luchan por un salario mínimamente digno. Con las Koplowitz, los Orejas, o los Florentinos Pérez la cosa será distinta; pero, lo de machacar al débil, lo borda.
Empezaba con un sucedido de un alcalde franquista. No se puede decir que el alcalde de Basauri lo sea, porque no lleva bigotito y además va al Alderdi Eguna. Pero, aparte de eso, se comporta como un franquista integral. Y dicen que apunta alto. ¡Señor, señor!
JUAN CARLOS POLO,ELA-Zerbitzuak