Doble vara de medir (Astekaria 153, iritzia)

2005/02/21

Recientes sentencias judiciales han soliviantado a las instituciones de la CAPV. El Tribunal Supremo han anulado las normas fiscales de las diputaciones sobre el Impuesto de Sociedades y, por otra sentencia, ha dejado sin efecto la norma de 1997 del Gobierno de Gasteiz sobre circulación de camiones en festivos. Les ha faltado tiempo a diputaciones y gobierno para mostrar su indignación y anunciar que agotarán las vías de impugnación de tales ataques contra el autogobierno.

La situación sugiere algunas reflexiones. Por ejemplo, el contraste entre la manga ancha de la "Constitución Europea" ante el "dumping" fiscal entre estados y el prurito igualitario que se impone dentro del estado. Cada cosa, en su sitio y que nadie se llame a engaño, parecen decir.

Es precisamente a "poner las cosas en su sitio" a lo que se dedica mediante estas sentencias "el estado de derecho". Un sitio que no es, evidentemente, el de la cuasi-soberanía fiscal o el de un autogobierno garantizado, sino el de un régimen otorgado, graduable y reversible. Si algo muestran estas sentencias es la fragilidad e inconsistencia del marco estatutario, y si para algo debieran servir es para vacunarnos frente a la tentación de reeditar el modelo. Por último, hay que tomar nota del contraste entre la reacción beligerante de nuestras autoridades frente a las sentencias sobre tratamiento fiscal favorable a las empresas vascas y su falta de reacción cuando el gobierno español ha invadido sus competencias al imponer un mínimo de ocho festivos de apertura de comercios.

Reconozcamos, en cualquier caso, que la doble vara de medir responde a una lógica impecable: la del interés de las empresas que, en un caso, reclaman beneficios fiscales y, en otro, (fundamentalmente las grandes cadenas) libertad de apertura en festivos.

Está claro que a las empresas, mientras trinquen el huevo, el fuero les trae sin cuidado. Lo patético es el servil alineamiento de las administraciones vascas con sus intereses.

¡Y luego se mosquean si les llamamos neoliberales!

HI