Uropeos (Astekaria 152, iritzia)

Cuentan que un padre fue a visitar a su hijo, que a la sazón hacía la mili en un Regimiento de Ingenieros, y preguntó por él en el cuerpo de guardia. Como con la mera mención del nombre no cayeron en cuenta de la identidad del buscado, el padre añadió, como dato relevante, la titulación académica que su hijo acababa de obtener: "Sí, hombre, uno que es ingeniero". A lo que el chusquero de guardia respondió rápidamente: "Aquí genieros lo semos tóos".

La anécdota, seguramente apócrifa, viene a cuento, y si no viene la traigo, del título de europeísmo del que los partidarios del sí blasonan al reclamar de la ciudadanía el voto afirmativo.

Hay que votar que sí, dicen, ¡por Europa!, como si tuvieran la exclusiva de la defensa de la idea de Europa y quienes pensamos que el Tratado que se han cocinado es bazofia neoliberal fuéramos huestes de Atila prestas a arrasar el continente.

Pues bien, para europeos y europeas, quienes estamos contra este Tratado:

• Porque el Tratado recopila y consolida toda una serie de medidas que, desde Maastricht y el Pacto de Estabilidad han tenido como objetivo cargarse el modelo social europeo.
• Porque el Tratado asume los principios fundamentales del modelo americano (de los EEUU, of course) y establece condiciones para su plena implantación.
• Porque el Tratado liga su modelo de defensa a la OTAN y asume principios como el de la guerra preventiva.
• Porque el Tratado no establece el origen de la legitimidad de la Unión Europea en los ciudadanos y ciudadanas europeos sino en la voluntad de los estados.
• Porque han constituido la Unión Europea como un club de estados, que avala la opresión de los pueblos de Europa y no ofrece cauces eficaces de expresión democrática a la ciudadanía.
• Etc. Etc.

Europa, claro que sí. Pero no la Europa destartalada que nos plantean. Por tanto, a quienes nos cuelan el sofisma de que europeísmo es igual a votar sí y votar no es antieuropeo, les contesto, como el chusquero: "Aquí uropeos lo semos tóos".