FUNICULAR DE ARTXANDA
ELA exige al Ayuntamiento de Bilbao que garantice una gestión eficiente en el funicular de Artxanda

Recordemos que el Funicular de Artxanda bate año tras año récord de usuarios y usuarias; ha pasado de ser un medio de transporte local (de barrio) a una atracción turística. En el año 2023, ha habido 1.3 millones de viajantes, 100.000 más que el año pasado. Sin embargo, la estructura de plantilla no ha variado en todo este tiempo.
Además, cada turno está estructurado en 6 personas para un servicio de calidad, pero se establece un grupo mínimo de 4 para que el Funicular funcione. El 80% del tiempo los turnos son de 4 personas. Con el desgaste que ello supone para el personal, ya que no deja de ser que entre 4 personas se cubre el trabajo de 6, con cada vez más usuarios y usuarias.
Cabe recalcar que el indice de absentismo, según la dirección de la empresa, está formado por toda aquella ausencia del trabajo; sea baja de enfermedad, horas sindicales, permisos, licencias….
Ante esta realidad, urge un análisis exhaustivo de las cargas de trabajo excesivas (derivadas de las deficiencias organizativas en el ámbito de las sustituciones), falta de descansos suficientes, deficiencias técnicas como, por ejemplo, los defectos en los sistemas de seguridad de los vagones etc… Más aún teniendo en cuenta que se ha aprobado el aumento de frecuencias del funicular, con lo que los viajes será en vez de cada 15 minutos, cada 10 minutos. Para ello, no se prevé ninguna reestructuración organizativa.
Por último, destacar que la responsable del servicio, la concejala de movilidad Nora Abete, no informó en la comparecencia del martes del reciente accidente en el que debido a la precaria situación de las instalaciones, varias personas resultaron afectadas. Las y los trabajadores se preguntan si este incidente también se recogerá y si se analizará en la auditoría las deficiencias organizativas y técnicas del funicular que ponen en riesgo la integridad de las personas.
Por todo ello, ELA exige al Ayuntamiento y al Funicular que escuchen las reclamaciones de la plantilla y adopten medidas que mejoren tanto las condiciones laborales así como el servicio prestado, más aún cuando se prevé un aumento considerable de usuarios y usuarias.