ELA intensificará las denuncias y movilizaciones contra el fraude y la precariedad en la construcción de Gipuzkoa

El panorama en el sector de la construcción de Gipuzkoa es desolador: más de 10 horas de trabajo al día, sueldos hasta un 50% por debajo de lo que marca el Convenio de la Construcción de Gipuzkoa, precariedad, fraude, numerosos accidentes laborales, destrucción de empleo… Y, tal vez, lo más grave: todo esto con el pasotismo ‘interesado’ de las instituciones y con unas patronales –Adegi y Ascongi– que tienen nula voluntad de revertir esta grave situación.
Ante esta grave situación ELA ha decidido iniciar una campaña de denuncia y movilización para que se respete el Convenio de la Construcción de Gipuzkoa y se revierta la grave situación que viven las y los trabajadores del sector. Así lo anunciaron en Donostia el jueves 19 de octubre Igor San José y Luis Fernández, responsables del sector de la construcción en Gipuzkoa. “Es hora de dar un paso más en nuestra denuncia. Vamos a solicitar reuniones y comparecencias en las principales administraciones –Ayuntamiento de Donostia, Diputación y Gobierno Vasco–; hemos solicitado comparencias ante el CRL de todas las empresas y subcontratas de obras denunciadas; vamos a intensificar nuestras movilizaciones y denuncias...” ¿Y de seguir así?
Igor San José y Luis Fernández lo tienen claro. “No descartamos la paralización de las obras. Vamos a iniciar un proceso de reuniones y asambleas para debatir el formato de lucha y posibles huelgas en el sector. Lo único que tenemos claro es que no vamos a parar hasta conseguirlo”. Los responsables de ELA han explicado en la comparencia pública al detalle la situación de las cinco obras principales que en este momento se están desarrollando en Gipuzkoa: Txomin-Enea, Deskarga, Anoeta, la incineradora y el TAV. “Cada obra tiene sus particularidades, pero hay un montón de situaciones que son comunes.
La precariedad es absoluta. Las y los trabajadores cobran entre 5 y 9 euros por hora de trabajo, lo que en muchos casas supone más de un 50% de lo marca el convenio provincial. Las jornadas son abusivas –de 10 a 12 horas diarias– y, en la mayoría de casos, sin derecho a vacaciones, dietas, pagas o bajas por ITs...” Igor San José y Luis Fernández han destacado que ese es el escenario que encontramos casi en cualquier construcción de Gipuzkoa. “Mientras las y los trabajadores se dejan la piel e incluso la vida en el tajo, tanto las administraciones públicas y sus empresas amigas se forran los bolsillos.
Las instituciones públicas saben perfectamente lo que pasa, porque desde ELA ya se los hemos explicado de primera mano. Por su parte las patronales no tienen ningún interés en dejar de explotar a miles y miles de personas con tal de seguir ganando millones y millones de euros”. “Hablamos de unas patronales –añaden– que utilizan el miedo y el chantaje para seguir explotando a las y los currelas. Quieren evitar cualquier tipo de denuncia.
No tienen ningún reparo en mandar a la calle a quien proteste o exija algo tan básico como que se cumpla el convenio del sector”. Estos responsables de ELA destacan que si en estas macro-obras se respetara el convenio de la Construcción de Gipuzkoa se podría crear en torno a 5.000 puestos de trabajo. “Todas las licitaciones de obras se hacen en base a la explotación de las y los trabajadores.
Las administraciones adjudican obras a empresas sabiendo de antemano que esas empresas van a subcontratar absolutamente todo en condiciones laborales precarias y fraudulentas. Unas administraciones cuyo objetivo es terminar cuanto antes para poder cortar la cinta de la inauguración, aunque para ello miles de trabajadores hayan tenido que trabajar en condiciones de esclavitud”.