El Gobierno Vasco no gastó en 2020 más de lo que había presupuestado

La liquidación provisional de 2020 de la Administración General de la CAPV muestra que el gasto total del Gobierno Vasco fue de 11.780 millones de euros, es decir, tan solo 6 millones más de lo que se había presupuestado en un inicio, antes de la pandemia. Este exiguo incremento no ocurrió por falta de liquidez sino por falta de voluntad, ya que los ingresos aumentaron hasta los 12.322 millones, 548 más de lo que se había previsto. La bajada de la recaudación se compensó con las transferencias recibidas por el Gobierno español (570 millones) y con la emisión de deuda que alcanzó los 2.092 millones de euros, 1.206 millones más de lo presupuestado. Así pues, el ejecutivo de Urkullu finalizó el ejercicio 2020 con un superávit de 542 millones de euros.
Ejecución del presupuesto de ingresos y gastos de la administración general de la CAPV en 2020
(en millones de euros)
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Presupuesto inicial |
Derechos y obligaciones reconocidas |
Diferencia |
Ingresos |
11.774
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12.322 |
548 |
Gastos |
11.774
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11.780 |
6 |
Superávit |
0 |
542 |
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Todo esto ocurrió en un contexto de grave crisis sanitaria, económica y social, en el que diversas áreas como el sistema sanitario y el sistema educativo tuvieron que hacer frente a la difícil situación que se les presentaba. Además de ello, muchos sectores de la población vieron empeorar sus condiciones materiales, indicadores de ello fueron el aumento del desempleo y de las situaciones de precariedad, que afectaron en mayor medida a las personas jóvenes y a las mujeres.
Ante esta situación, era necesario realizar un aumento considerable del presupuesto del Gobierno Vasco, cuyas competencias se centran fundamentalmente en este tipo de políticas. Sin embargo, se ha evidenciado su negativa a hacerlo, quedando claro que su prioridad ha sido la de gastar lo menos posible, en detrimento de dar respuesta a las necesidades sanitarias, sociales y económicas existentes. Además, como se ha señalado, el Gobierno de Urkullu ha emitido una deuda sin precedentes para no destinar prácticamente un euro más a los presupuestos, una deuda que habrá que devolver en un futuro, incluidos sus intereses.
Por si fuera poco, a lo largo del año 2020 hemos asistido a una campaña permanente de propaganda. Todas las semanas nos anunciaban todo tipo de planes en sus reuniones semanales del Consejo de Gobierno. ELA ha denunciado repetidamente que tras esos anuncios no había medidas de calado y que no se daba respuesta real a las consecuencias del Covid-19. Por lo tanto, lejos de dicha propaganda, el análisis de los datos de la liquidación y lo empírico muestran otra realidad.