El peso de los salarios ha caído en 2000 millones en la última década en la CAPV

06/12/2018
A la hora de analizar la distribución de la renta contamos con varios índices, indicadores, coeficientes etc. En este caso, la herramienta que utilizaremos será la de analizar la evolución del peso de las rentas de trabajo y del capital respecto al Producto Interior Bruto (PIB); para eso, utilizaremos las estadísticas proporcionadas por Eustat. A pesar de contar con una información parcial, se mostrará cómo la acumulación capitalista aumenta las diferencias entre las rentas. ELA ha señalado que si los salarios mantuvieran en 2017 el peso que tenían en el Producto Interior Bruto de 2009, aumentarían en 2.000 millones en la CAPV.

Las rentas de trabajo en la CAPV en 2017 fueron de 34.986,7 millones de euros. A pesar de que esta cifra supuso un 3,5% más que la de 2016, el peso de los salarios en el conjunto de la economía cayó hasta el 47,39% del PIB, el más bajo de los últimos años. Después del comienzo de la crisis, en 2009, la parte de la renta que se destinaba a rentas de trabajo estaba en el 50,29%, pero a partir de ese año fue reduciéndose hasta llegar a los niveles de 2017.

Esta tendencia no es un fenómeno que haya que achacarle solamente a la última crisis, sino que es la dinámica propia del capitalismo, aunque sí es verdad que con la crisis se ha agudizado. Desde 1985 el peso de las remuneraciones no ha dejado de reducirse. Durante ese año el peso de las rentas de trabajo era de un 55,5% del PIB, bastante mayor que el de 2017.

El excedente bruto o las rentas de capital (la suma de excedente de explotación neto y consumo de capital fijo) en 2017 fueron un 4,03% mayores que en el año anterior, más de medio punto por encima de la subida de la parte salarial. Entre 2009 y 2017, las rentas de capital crecieron un 18,18%, lo que supuso un crecimiento de 4.794,3 millones de euros. El porcentaje sobre el PIB, al contrario que con los salarios, se incrementó 1,73 puntos pasando del 40,48% al 42,21%.

En resumen, en 2009 la parte de salarios correspondiente a la renta era casi 10 puntos más que la que correspondía a las rentas de capital. Ocho años después la diferencia se ha reducido hasta llegar casi al 5%.

Conclusión

Como ELA ha denunciado, las políticas que se aplican en los distintos ámbitos (presupuestos, fiscales, reformas laborales o de negociación colectiva, etc), enmarcadas en la dinámica capitalista y su fase de acumulación provocan un reparto de la renta cada vez más injusto y un incremento de las desigualdades.

La tendencia decreciente de la tasa de ganancia llegó a sus límites en los años 80, por lo que se acabaría con la fase keynesiana y daría comienzo a la fase neoliberal. Esta nueva fase aumentó más las diferencias entre las rentas, aunque fue la crisis del 2008 la que sirvió para dar una nueva vuelta de tuerca y para que ese aumento fuera todavía aún mayor.

Los datos presentados en este artículo muestran la fuerte caída del peso de las rentas de trabajo sobre el PIB y el aumento del peso de las rentas de capital. En la parte laboral, el resultado es consecuencia de la pérdida de poder adquisitivo, del recorte de los derechos y condiciones laborales y de la caída del empleo. En resumen, las ganancias de una minoría en detrimento de la clase trabajadora.