RGI

ELA rechaza el proyecto de Decreto por el que se regulan los estimulos al empleo de las personas beneficiarias de la RGI

05/11/2024
La nueva regulacion que tiene visos de aprobarse en breve, viene a reducir la prestación a alrededor de 8.000 trabajadores con ingresos de trabajo muy bajos y muy precarios y aumentárselas a 4.415 perceptores con trabajos también precarios aunque menos bajos. El Gobierno Vasco prioriza no aumentar el presupuesto, por lo que las mejoras se hacen a costa de empeorar la situación de otras muchas personas.

Para ELA es inadmisible que se tome la decisión de recortar la ayuda a unos para mejorar la situación a otros. La RGI es una prestación insuficiente. A nuestro entender la idea debe ser NO aplicar ningún recorte, sino lo contrario, incrementar su cobertura y cuantías.

Según los documentos publicados para ELA es clara la voluntad del Gobierno Vasco con esta reforma; primeramente, se trata de medidas que pretenden estimular el empleo precario, se perpetúa claramente un sistema basado en subvencionar la precariedad y parcialidad, que pretende bonificar a quienes mayores jornadas de trabajo tienen pero dentro de un mercado laboral que está basado en la parcialidad y temporalidad. El decreto entiende que trabajar 20 días completos al mes es poco por lo que se prima e incentiva más a quien ha trabajado más de 20 días. Hay que recordar que en este caso estamos hablando siempre de niveles salariales muy bajos, por lo que lo que se pretende es favorecer que haya trabajadores a tiempo completo con bajos salarios y que complementen sus ingresos con la RGI.

Además se vende la idea propagandística de beneficiar a las familias de más de 3 miembros o a las monoparentales cuando realmente lo que se pretende es castigar a las personas perceptoras solas o parejas que suponen alrededor del 61% del total de las personas perceptoras. ELA considera que para mejorar la situación de las familias monoparentales o de las que tienen varias hijas o hijos no es aceptable recortar a las unidades convivenciales de una o dos personas.

Y por último, queda en evidencia que la prioridad del Gobierno al adoptar esta medida ha sido la de no aumentar el coste presupuestario. Por eso el propio ejecutivo indica, en su memoria económica, que el presupuesto anual de los incentivos para el empleo de la RGI no va a suponer ningún incremento presupuestario, que se mantiene en 36 millones.

Este tipo de reformas nos reafirman en la reivindicación de ampliar y mejorar el actual sistema de prestaciones sociales, más aún teniendo que la ausencia de bienestar y pobreza en la CAPV ha incrementado.