politica presupuestaria

La AIREF “advierte” a Navarra que recorte el gasto pese a tener superávit

03/10/2024
Las noticias en torno a la política fiscal de Navarra de los últimos meses apuntan a que es más que probable que vuelvan los recortes en 2025. A la renuncia a una reforma fiscal hay que sumarle la vuelta de la regla de gasto y el fin de los fondos europeos.

Las reglas de estabilidad económica han estado suspendidas en todo Europa entre 2020 y 2023 debido a la pandemia y a las consecuencias de la guerra de Ucrania. Pero para el 2024 ya se aprobó su reactivación. En concreto, se aprobó que en 2024 el límite máximo de aumento del gasto público en todas las instituciones del conjunto del Estado sea del 2,6% en términos nominales. Hay que recordar que en la votación del Congreso, tanto EH Bildu como el PNV, y el resto de las fuerzas políticas de la denominada mayoría de gobierno, fueron necesarias para aprobar estos límites presupuestarios. Además, esta reactivación de las reglas de estabilidad supone volver a las políticas en las que se decide desde Madrid cuánto puede crecer el presupuesto de las instituciones de aquí.

El informe número 36/24 de la AIREF (Autoridad Indepediente de Responsabilidad Fiscal), que se encarga de supervisar la aplicación de las reglas de estabilidad económica (límite de déficit, límite de deuda pública y regla de gasto), ha advertido del riesgo de incumplimiento de la regla de gasto del Gobierno de Navarra en 2024, y que debe tomar medidas para evitarlo. Esto es, la Airef ha advertido al Gobierno de Navarra para que “active las medidas preventivas” para cumplir la regla de gasto, que no son otras que limitar y recortar el gasto.

Esta advertencia viene en el mismo informe en el que la AIREF calcula que Navarra terminará el 2024 con superávit (gastando menos dinero del que recauda). Concretamente, estima que tendrá un superávit del 0,8% del PIB en 2024 (si cumpliese con la regla de gasto el superávit sería del 2% del PIB).

Este es uno de los objetivos de la política de austeridad: limitar el gasto público, independientemente de si es suficiente o no para hacer frente a las necesidades sociales, y aplicar recortes en caso de que el gasto aumente más de lo fijado. En este caso, además, aunque se ingrese más dinero del que se gasta.