Mercedes seguirá parada la semana que viene

ELA asegura que no cuestiona la existencia real de una falta mundial de suministros que afecta a la industria del automóvil y, con ello, también a la planta de Mercedes. Sin embargo, el sindicato se muestra crítico ante lo que está sucediendo en la planta de Mercedes y por ende, en las demás empresas. “Los problemas mundiales de falta de microchips eran de sobra conocidos desde hace muchos meses, pero la dirección de la empresa no hizo nada al respecto. Es más, mientras que una gran mayoría de compañías tenían problemas para producir, en Mercedes se activaban días en enero, se ampliaba el horario del turno de noche y se trabajaban muchos sábados para aumentar la producción”, denuncia.
El sindicato tiene la sensación de que la empresa en todo momento está controlando los tiempos y las medidas que está tomando, “sin importarle lo más mínimo la plantilla, más si cabe cuando una mayoría del comité, del que ELA no es parte, firmó un ERTE sin casi negociación”.
ELA insiste en que existen alternativas a esta coyuntura, que de no atajarse a tiempo, puede suponer un problema real para la plantilla.