La Dirección de Trabajo del Gobierno vasco actúa de rompehuelgas en los sectores feminizados

05/06/2019
Las últimas semanas el Gobierno vasco ha impuesto servicios mínimos extraordinarios en las huelgas de la limpieza de Comisarías y Juzgados de Gipuzkoa o del Ayuntamiento de Elorrio. Con este motivo, ELA ha llevado a cabo una concentración ante la sede del Gobierno vasco en Bilbao, en la que ha participado el responsable de negociación colectiva, Pello Igeregi. Ha destacado que para el Gobierno vasco estos servicios solo son esenciales cuando las mujeres luchan contra la precariedad y para acabar con la brecha salarial. “¿Si estos servicios son esenciales por qué son precarios?”, ha afirmado.

También ha señalado que el trabajo feminizado se concentra en servicios tales como el cuidado o la limpieza. Las condiciones de trabajo en dichos sectores se realiza con una enorme precariedad, se acumulan tasas de temporalidad inaceptables, la contratación a tiempo parcial está generalizada o las administraciones aplican recortes en los tiempos de servicio sin que se modifiquen las cargas de trabajo.

A ello debemos sumar que los salarios en dichos sectores distan mucho de los salarios de sectores masculinizados con tareas parecidas o con exigencias formativas parejas. En el caso del Ayuntamiento de Elorrio la diferencia salarial entre la limpieza de los edificios municipales (polideportivo, ayuntamiento o colegio) y el salario base de la limpieza viaria, eliminando pluses de penosidad, es de más de 8.000 euros.

Sin embargo, las tareas que cumplen estas mujeres son imprescindibles para la sociedad. El cuidado o la limpieza son servicios indispensables para el buen funcionamiento de la sociedad. Muchas mujeres cuidan a otras personas o limpian los edificios públicos en los que la sociedad desarrolla su vida, pero no reciben unas condiciones de trabajo acordes a la importancia social de su labor.

Igeregi ha denunciado que las administraciones vascas han apuntalado esta situación de discriminación sexual mediante su política de subcontratación, y “no le importan un pepino que estos servicios se estén ofreciendo en estas condiciones de trabajo o que las cargas de trabajo impidan que el servicio se pueda ofrecer con un mínimo de calidad. El Gobierno vasco solo se acuerda de la calidad de estos servicios cuando las mujeres que los ofrecen protestan y realizan huelgas para mejorar sus condiciones de trabajo, entre otros cuando deciden atacar la brecha salarial que el Gobierno dice querer eliminar”.

“A principios del siglo XX las empresas contrataban sicarios para romper las huelgas, hoy las empresas tienen a la Dirección de Trabajo para actuar de rompehuelgas, por ello imponen servicios mínimos desorbitados en sectores feminizados como la limpieza, las residencias o la ayuda a domicilio. El Gobierno vasco pretende que estas mujeres sigan sufriendo condiciones de trabajo discriminatorias y, además, las quiere calladas. Esta soberbia es la que genera que las huelgas en estos sectores se tengan que alargar, así será hasta no conseguir condiciones de trabajo igualitarias” ha subrayado Igeregi.