Pacto Educativo 2018-22, pacto low-cost

El pacto educativo firmado en Navarra el 24 de agosto de 2019 (firmado por LAB, STEILAS, AFAPNA, CCOO, ANPE y UGT) no revierte los recortes aplicados durante los últimos años, ni responde a las necesidades de la educación pública. Del mismo modo, en el proceso negociador no se ha respetado el derecho a la negociación colectiva.
En los últimos años y bajo la excusa de la crisis nos han impuesto recortes muy duros en todos los servicios públicos en general, y en la educación pública en particular. Así, se está produciendo una descapitalización de los servicios públicos, mientras se destina cada vez una mayor parte de la riqueza que generamos por ejemplo, al pago de la deuda. Se trata de una decisión política encaminada a avalar unas políticas económicas y presupuestarias que priman los intereses del capital sobre los intereses sociales. Políticas que el nuevo Gobierno de Navarra está consolidando.
En Navarra estamos a la cola de Europa en cuanto a inversión en educación (ver el apartado de la Inversión Educativa).
La negociación y las movilizaciones que los 9 sindicatos de la educación pública impulsamos tras la ruptura de las negociaciones forzaron al Gobierno a incluir algunas medidas que mejoran la situación actual. Sin embargo, dichas medidas revierten de manera muy parcial y totalmente insuficiente los recortes aplicados durante estos años. No responden a los graves problemas que tiene la educación pública ni a las reivindicaciones de las y los trabajadores, dejando de lado temas centrales que nos llevaron a los 9 sindicatos de la educación pública a movilizarnos y que son fundamentales para ELA:
- Reducción de horas de docencia directa en Educación Infantil/Primaria, para el curso 2018-2019. Se impartirán 19,5 horas (23,4 sesiones de 50´), una hora más que en el pacto 2007-2011.
Para sustituir todas las horas revertidas se necesitarían mas de 300 docentes, pero el Departamento ha contratado solo a 136. Por esto se perderán las ayudas y los desdobles, vaciando los centros de estos importantes recursos de atención a la diversidad.
- Reducción de horas docencia directa resto cuerpos, para el curso 2019-2020. Las negociaciones se iniciaron marzo 2017. No ha habido voluntad política para implementarlo para el curso 2018-19, manteniéndose para ese curso los recortes impuestos por UPN. Además los docentes tendrán una hora más que con el pacto 2007-2011.
- Disminución de ratios profesorado-alumnado. Se mantienen las altas ratios máximas impuestas por UPN. Por otro lado, si se mantuviensen las ratios anteriores a la crisis se necesitarían casi 400 docentes más en Navarra.
- Sustituciones profesorado, curso 2018-2019. Los criterios de sustitución no se concretan en el pacto, se revisarán en una mesa técnica para su posterior aplicación. Esta falta de concreción nos deja sin un instrumento que obligue al Gobierno al cumplimiento de las sustituciones inmediatas.
- Estabilidad de plantillas. Ante una eventualidad del 33%, el sistema de OPEs actuales no permite acercarnos al objetivo del 8% del Departamento y menos al 6% que reivindica ELA.
El Gobierno de Navarra debería defender sus competencias educativas para definir en sus mesas de negociación el número de plazas y el modelo de oposición.
- Poder adquisitivo. Tras una pérdida en torno al 15% en los últimos años, se debería contemplar una recuperación calendarizada.
Para ELA, firmar este pacto y dejar de impulsar la movilización necesaria para revertir las políticas de recorte que se están consolidando, ha sido perder la oportunidad de acercarnos a las reivindicaciones iniciales. Entendemos que el sindicato debe empujar al Gobierno mediante la organización y la movilización de las personas trabajadoras, hacia un cambio real de las políticas de recorte y descapitalización de los servicios públicos en general, y la educación pública en particular. Más aún al constatar que parte de las mejoras que contempla el pacto fueron introducidas a raíz de las movilizaciones que iniciamos los 9 sindicatos tras la ruptura de las negociaciones, y después de haber escuchado a la Consejera en repetidas ocasiones que con pacto o sin él seguirá revirtiendo los recortes.
Por todo ello, ELA exige al Gobierno que actue con responsabilidad, aumentando la inversión en Educación (acercandonos al mínimo recomendado por la UNESCO, el 6%) y que muestre de una vez por todas voluntad política y compromiso por una educación pública de calidad.