ELA denuncia la explotación de los médicos rurales de la OSI Rioja Alavesa
A pesar de los tres días de huelga que han sido secundados ampliamente por las trabajadoras, Osakidetza no tiene ninguna intención de abordar en breve la grave situación que vive la atención primaria. El último ejemplo de esta dejadez intencionada que tiene Osakidetza con respecto a la primaria, lo tenemos en la OSI Rioja. La falta de previsión y la mala gestión de la Dirección puede suponer, una vez más, que los médicos/as trabajen en condiciones de explotación durante el periodo estival, con la consiguiente falta de seguridad en la atención sanitaria que esto supone para la ciudadanía.
Hemos sabido que la Dirección de la OSI Rioja Alavesa no tiene intención de contratar el refuerzo estival que desde hace 10 años ayuda al médico titular de Labastida a atender a una población que pasa de 1.500 a 10.000 habitantes entre los meses de julio y septiembre. Por lo que estaríamos hablando de un solo médico para atender a 10.000 personas. Hasta ahora, este refuerzo pasaba consulta a la tarde para abordar la demanda programada o las urgencias que pudieran surgir en el turno de tarde. Para ELA, esta decisión es inaceptable y exige la adopción de las medidas oportunas para poder dar cobertura a todas las personas que pasen sus vacaciones en Labastida y los pueblos dependientes de esa Zona de Salud. No es la primera vez que Osakidetza intenta hacer una discriminación con la asistencia en el medio rural. Hace 11 años ELA, junto con las usuarias, trabajadoras y apoyados por el gobierno municipal de entonces consiguió frenar esta misma decisión de no contratar al médico de refuerzo.
Así mismo, la zona sanitaria, cuyas cabeceras de salud son Oyón y Laguardia, contarán con dos médicos para las dos zonas, profesionales a los que se les han propuesto carteleras de trabajo de 16, 30 y 73 días consecutivos y sin descanso, respectivamente, para poder atender la demanda diaria. En caso de aceptar, una de las médicos trabajaría más de dos meses seguidos sin un día de descanso y con guardias añadidas.
Este planteamiento por parte de una Administración pública es del todo inaceptable y temerario. No sólo menoscaba los derechos laborales de las trabajadoras, sino que es imposible responsabilizarse de la seguridad del paciente. Por lo tanto, desde ELA exigimos la modificación inmediata de estas dos situaciones y que la Dirección de la OSI Rioja plantee alternativas realistas para las trabajadoras y la población.
ELA lleva denunciando más de una década que este colapso meticulosamente calculado traería resultados nefastos para los profesionales de la Atención Primaria, servicio que a día de hoy se halla desbordado. La falta de inversión y de previsión por parte de los gestores y el demostrado modelo agotado de asistencia en este nivel es una pesadilla que sufren a diario tanto la población como las trabajadoras. A no ser que Osakidetza revierta inmediatamente está situación destinando los recursos que sean necesarios, ELA seguirá impulsando la dinámica movilizadora, que no es más que una muestra del malestar de los profesionales de la Atención Primaria y de la menguante calidad del servicio que se da a la ciudadanía.