Alternativas para tener la soberanía alimentaria en nuestras manos

11/04/2018
La reivindicación de la soberanía alimentaria no es nueva en ELA. Pero estos últimos años han ido surgiendo nuevas alternativas y es bueno tener informada a nuestra militancia de las diferentes opciones existentes, para que pueda tomar sus propias decisiones.

Pero recordemos lo que significa la soberanía alimentaria. La soberanía alimentaria tiene por objetivo:

  • Satisfacer la seguridad alimentaria de las personas, es decir, tener asegurados los alimentos que necesitamos para subsistir.
  • Priorizar un modelo de calidad y saludable, colocando la producción de alimentos, la distribución y el consumo sobre la base de la sostenibilidad social, económica y medioambiental.

La soberanía alimentaria implica poner en el centro a las personas que consumimos los productos. Así como a los campesinos y campesinas, que luchan por producir alimentos al margen de las condiciones impuestas por el mercado. Prioriza también los circuitos locales y nacionales, rompiendo con el mito de que sólo los mercados y el comercio internacional pueden acabar con el hambre en el mundo. Ello también supone la reducción del transporte y, por tanto, de gran parte de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) a nivel mundial.

La soberanía alimentaria es una opción viable. Incluso un reciente informe del Banco Mundial en colaboración con otras organizaciones lo demuestran. La producción agroecológica provee de ingresos alimentarios y monetarios a los más pobres, a la vez que genera excedentes para el mercado, siendo mejor garante de la seguridad alimentaria que la producción transgénica.

Podemos aportar nuestro grano de arena para que este sistema agroalimentario global injusto cambie a un sistema local sostenible. Cambiemos nuestros hábitos de consumo. Tenemos cerca baserritarras que pueden abastecer las necesidades de alimentos con mecanismos de producción sostenible. De esta manera ayudaremos a los y las baserritarras a tomar sus propias decisiones y deshacerse de la dependencia que actualmente sufren de la agroindustria. Todo ello comprando productos locales más sanos y de calidad a un precio razonable para ambas partes. Para decidir qué consumimos y hacer realidad la soberanía alimentaria tenemos diferentes opciones:

  • Mercados locales tradicionales: Es la opción tradicional. En la mayoría de pueblos y ciudades hay un mercado en el que los y las baserritarras venden directamente sus productos. Estos productos suelen ser de temporada y normalmente producidos de manera tradicional. Los productos provienen de semillas autóctonas, no transgénicas, y el cultivo se ha llevado a cabo con técnicas heredadas de nuestros antepasados, incluso algunos de manera ecológica.
  • Grupos de consumo: Estos grupos han proliferado en los últimos años. En un intento de saltar por encima del sistema industrial agroalimentario, personas productoras y consumidoras se han unido en grupos de consumo para comercializar y acceder a productos locales. Cada miembro del grupo recibe cada semana una cesta de productos de temporada producido por la persona baserritarra asociada al grupo. ELA ya tiene su grupo de consumo.
  • Tiendas cooperativas: Esta opción se está desarrollando cada vez más. Es compatible con los grupos de consumo, y es adecuado sobre todo para la gente a la que el funcionamiento de los grupos de consumo no les favorece. Son asociaciones de consumidores con forma de tienda, e incluso asociaciones de consumidores y productores. Las decisiones las toman las personas socias consumidoras y/o productoras y, en la mayoría de los casos, la única condición para comprar en estas tiendas es ser socia o socio. Es una buena opción para obtener productos sanos producidos de manera agroecológica. Tienen prioridad los productos locales, pero también se pueden obtener productos que no se pueden producir localmente. En Euskal Herria ya hay varias tiendas de este tipo: Landare en Iruñea, Bioalai en Gasteiz, Ereindajan en Arrasate y Bergara (asociación de personas consumidoras y productoras), Labore en Irun y en Oiartzun, y la última que han abierto, Labore en Bilbao (Santutxu). Esta última solo lleva 4 meses abierta y ya tiene 350 personas socias, pero están llevando a cabo una campaña para que en junio puedan ser 500 personas socias y dar así un gran empujón a su viabilidad económica.

Decide cuál es la mejor opción para ti y hagamos realidad la soberanía alimentaria. Es un modelo que beneficia a todas y todos.