El crecimiento de la demanda de electricidad no significa que se esté haciendo una transición energética ajustada a las necesidades de las personas

08/02/2023
No todos los discursos a favor de la transición energética son válidos. Es tan importante hacer la transición como decidir cómo se va a hacer. ELA tenemos claro que necesitamos una transición energética, pero que se debe hacer teniendo en cuenta las necesidades de las personas y de la sociedad, y no para perpetuar el negocio del oligopolio.

Según el Informe del Mercado de la Electricidad de la Agencia Internacional de la Energía 2023, se espera que se acelere el crecimiento de la demanda mundial de electricidad en los próximos años. Estas son las previsines que ha hecho:

  • Las energías renovables dominarán el crecimiento del suministro mundial de electricidad en los próximos tres años.
  • Las renovables y la nuclear cumplirán con la gran mayoría del aumento de la demanda mundial de electricidad hasta 2025.
  • Con estas previsiones, será improbable un aumento significativo de las emisiones de carbono del sector energético.
  • Se espera que el crecimiento de la demanda mundial de electricidad se acelere a una media del 3 % en los próximos tres años.
  • Las economías emergentes de Asia son las fuerzas impulsoras de este ritmo de crecimiento más rápido,
  • Se espera que más del 70% del aumento de la demanda mundial de electricidad en los próximos tres años provenga de China, India y el sudeste asiático.
  • Se prevé que la cuota de China en el consumo mundial de electricidad aumente hasta alcanzar un nuevo récord de un tercio en 2025, frente a un cuarto en 2015.
  • Las economías avanzadas están tratando de ampliar el uso de la electricidad para desplazar los combustibles fósiles en sectores como el transporte, la calefacción y la industria.

Viendo estos datos, se podría pensar que la transición energética está en marcha, y que incluso se está llevando a cabo sin tener que cambiar nuestro modo de vida. Pero nada más lejos de la realidad. Además de hacer previsiones de futuro, también se lanzan afirmaciones como esta: “La buena noticia es que las energías renovables y la energía nuclear están creciendo con suficiente rapidez para satisfacer casi todo este apetito adicional, lo que sugiere que estamos cerca de un punto de inflexión para las emisiones del sector energético. Los gobiernos ahora necesitan permitir que las fuentes de bajas emisiones crezcan aún más rápido y reduzcan las emisiones para que el mundo pueda garantizar un suministro de electricidad seguro y alcanzar los objetivos climáticos”.

La AIE da por buena la energía nuclear como sustituta de la energía fosil. Se da por bueno el no aumentar las emisiones de gases de efecto invernadero, sin hablar ningún momento de la necesidad de la reducción de emisiones que ya están provocando graves daños irreversibles. Y además se exige a los gobiernos que se desarrollen mucho más las renovables, sin tener en cuenta en ningún momento qué modelo de desarrollo de la energía renovable se llevará a cabo.

Estos informes que explican tan claramente lo que buscan, demuestran que no todos los discursos a favor de la transición energética son validos. Es tan importante hacer la transición como decidir como se va ha hacer. ELA tenemos claro que necesitamos una transición energética, pero que se debe hacer teniendo en cuenta las necesidades de las personas y de la sociedad, y no para perpetuar el negocio del oligopolio, sea este último renovable, fósil o nuclear.