TRANSICIÓN ECOSOCIAL

"El derecho a la alimentación no se puede abordar sin hablar de soberanía alimentaria y agroecología"

03/07/2024
David Lopategi, de la Asociación para la Cooperación y el Desarrollo de los Pueblos, Bizilur, impartió el pasado 14 de junio en Gasteiz una charla a los representantes de los servicios públicos Gizalan del sindicato ELA en el seminario sobre la propuesta del sindicato para una transición ecosocial justa y la tabla reivindicativa.

"En nuestro pueblo hemos dado la espalda total al sistema alimentario vasco". "Mientras la agroindustria calienta nuestro planeta, nuestros baserritarras lo enfrían". "En el momento en el que se está produciendo más comida que nunca, hay gente que sufre más hambre que nunca", ha añadido. "Para cuando llegan a nuestro plato, los alimentos recorren una media de 5.000 km. Nuestro menú del día es kilométrico. De lo que comemos en Euskal Herria el 95% viene de fuera". David Lopategi, de la Asociación para la Cooperación y el Desarrollo de los Pueblos Bizilur, impartió el pasado 14 de junio en Gasteiz una charla a los representantes de los servicios públicos Gizalan del sindicato ELA en el seminario sobre la propuesta del sindicato para una transición ecosocial justa y la tabla reivindicativa.
La transición ecosocial es inevitable, nos vendrá, y si no lo hacemos nosotras, otros lo harán.

En el sector primario hace tiempo que se produce esta transición, pero en sentido contrario. Por lo tanto, yo no sé si en el sector primario tendríamos que hacer una transición  ecosocial o un camino hacia atrás.

 

 

Desde 1950, cuando se puso en marcha la llamada Revolución Verde, la evolución industrial de nuestro sector primario ha sido brutal. Eso ha supuesto la pérdida de decenas de miles de puestos de trabajo.

¿Pero qué pasa? En nuestro pueblo hemos dado la espalda total al sistema alimentario. Nos da igual en general. A medida que saciemos nuestro apetito, nos da igual de dónde vienen las cosas, qué es lo que comemos y qué impacto tiene en nuestro pueblo y en otros pueblos.

La transición ecosocial no se puede llevar a cabo sin la soberanía alimentaria y no se puede llevar a cabo mientras el sistema alimentario industrial globalizado esté en vigor. Y eso es así porque un tercio del calentamiento global es responsabilidad de este sistema agroindustrial global.

Mientras la agroindustria calienta nuestro planeta, nuestros baserritarras lo enfrían. Ambos sistemas no pueden convivir, uno u otro. La cuestión es cómo nos reorganizamos en un momento para cambiar todo esto, donde este sistema lo domina todo y tiene la capacidad de condicionar muchos pueblos, incluso, gobiernos. [...]

En el momento en el que se produce más comida que nunca, hay gente que sufre más hambre que nunca. Hoy en día estamos produciendo comida para 10.000 millones de personas, y 1.000 millones de personas no tienen suficiente para saciar su hambre al día. Esto es un disparate. Todos sabemos la cantidad de comida que echamos.

La razón es que este sistema no tiene en cuenta las necesidades de las personas ni las necesidades de alimentación de las personas. Para ellos producen alimentos o productos comestibles, es una forma de ganar dinero, al igual que otros fabrican coches o frigoríficos o tornillos. Y en ese sentido funciona el sistema alimentario.

Por lo tanto, la vida no está en el centro, la necesidad de las personas no está en el centro. El beneficio económico y las ganancias son los que están en el centro, y en función de eso han organizado todo el sistema. Por eso hay alimentos o productos que están dando la vuelta al mundo. No recuerdo quién llevó a cabo la investigación, pero antes de llegar a nuestro plato, los alimentos rondan los 5.000 km de media. Nuestro menú del día es un menú kilométrico.

El 95% de lo que comemos en Euskal Herria viene de fuera. No penséis que la base de lo que comemos aquí son los productos producidos en Euskal Herria. Somos muy dependientes y eso se puso de manifiesto durante la pandemia. [...]