ELA ha participado en la Ekotopaketa celebrada bajo el lema “La última crisis, nuestro momento”

11/10/2022
Ainhara Plazaola, del area de medioambiente de ELA, participó en la mesa redonda “Cómo organizar el trabajo y el empleo ante la crisis ecosocial” junto a Luis González Reyes y Emilio Santiago Muiño.

El debate se basó en estas tres preguntas:

 

1.¿Qué sectores de empleo tendrían que decrecer y en qué sectores podría ser posible aumentar el empleo?

Para la transición ecosocial será necesario reducir el consumo de energía y materias primas. Supondrá un cambio radical en el modelo de producción y consumo que afectará también a otros ámbitos. También al empleo. Es previsible que se produzca una fuerte pérdida de empleo, pero una transición equitativa y ecosocial permitirá responder a la pérdida de empleo con la creación de otros empleos. Para que esta transición sea justa, habrá que dar una respuesta adecuada a esa pérdida.

La definición de los sectores a decrecer o reforzar pasa, en primer lugar, por los criterios a utilizar para establecer dicha diferenciación. ¿Cuáles son entonces inaceptables e insostenibles?

- Existen sectores que no son éticamente aceptables (industria armamentistica, especuladores).

- Causantes de daños medioambientales significativos.

- Alto consumo energético (en la producción y el uso).

- Alto consumo de materiales no renovables (ya estamos viendo signos de escasez)

Por ejemplo, la automoción, la siderurgia, los que construyen grandes infraestructuras, los que producen energía fósil y nuclear, los que transforman materiales no renovables, etc.

Los empleos necesarios y sostenibles serán las actividades de bajo consumo energético y de materiales, si o sí, ya que no habrá recursos suficientes. Existen diversos sectores que son necesarios para sostener la vida y que no tienen nada que ver con el despilfarro de energía y recursos. Ya existen, pero hay que desarrollarlos mucho más. Por ejemplo:

- Empleos que cubran todas las necesidades de las personas, como la alimentación, la energía y la vivienda.

- Cuidados.

- Trabajos que garanticen los derechos a la salud, educación, cultura, bienestar o condiciones de trabajo.

- Quienes reivindiquen la igualdad, la participación, la solidaridad, los bienes comunes y los derechos universales relacionados con la ecología.

- Conservación de la naturaleza y reparación de los impactos producidos por las actividades humanas.

- Diseño y reparación, para que las cosas y los objetos duren.

Los sectores que hay que potenciar serán los cuidados, servicios públicos, agroecología, forestal sostenible, energías renovables, transporte público sostenible, ecodiseño, economía social transformadora, gestión sostenible de residuos, etc.

Habrá pérdida de empleo, pero hay trabajo y dónde crear empleo.

 

2. Poco a poco, el concepto de clase trabajadora ha ido recuperando su relevancia ¿cómo podría darse esta transición de modelo siendo la clase trabajadora protagonista?

Tenemos que repensar y decidir democráticamente un proyecto social deseable para el futuro, cuáles son las necesidades colectivas y dónde queremos invertir nuestro trabajo. El proyecto a repensar debe ser justo, realista y respetuoso con los límites del planeta. El cambio debe ser propuesto desde la planificación participativa, tanto en la administración como en las empresas. Los cambios sociales y económicos van a generar tensiones y conflictos, por lo que la transición requiere una reflexión conjunta de todos los agentes implicados: sindicatos, trabajadores, movimientos sociales, ecologistas...

El capitalismo no nos regalará una transición ecosocial justa, tendremos que conseguirla luchando. Y los trabajadores y trabajadoras tenemos que ser protagonistas en la transición y, por supuesto, en el nuevo modelo de futuro. Pero la verdad es que no empezamos de cero, ya somos los protagonistas de esta lucha. El nivel de confrontación que estamos teniendo en los últimos años es muy alto, ejemplar para otros países. La organización de los y las trabajadoras es fundamental para esto, y en ELA la caja de resistencia es un instrumento imprescindible. Es imprescindible para prolongar las huelgas en el tiempo, para sostener la lucha y mantener un nivel de confrontación tan alto.

También hay que señalar que los conflictos más duros de los últimos años se están dando en los sectores que sustentan la vida. Las tareas de cuidado no están tan valoradas socialmente como otras, mucho menos económicamente. Las huelgas más largas y duras están relacionadas con el cuidado y los sectores feminizados, y estas luchadoras han tenido grandes victorias. Por citar algunas: residencias de Gipuzkoa, residencias de Bizkaia, sector de la limpieza, ayuda a domicilio,… Y muchas más.

Pero tampoco hemos estado solos en este camino, otros colectivos han estado a su lado, porque lo que luchábamos no era sólo un beneficio de las condiciones laborales, son luchas que hacen temblar el sistema. La injusticia, la desigualdad y la violencia nos atraviesan a todas y por eso está siendo muy importante la interseccionalidad y la lucha conjunta, hoy en mi reivindicación y mañana en la tuya. Las alianzas y la lucha nos llevarán por una transición ecosocial justa.

 

3. ¿Cuál debe ser el papel del Estado en esta transición desde el punto de vista del trabajo?

El papel del Estado y de las Administraciones Públicas en esta transición es el desarrollo de las políticas públicas necesarias, estableciendo a través de las políticas públicas el marco jurídico adecuado para este proceso.

Es necesaria una apuesta económica y política por sectores sostenibles:

Por un lado, será necesario destinar los recursos públicos necesarios para financiar esta reestructuración, el desarrollo de los sectores estratégicos de necesidad y la creación de los empleos necesarios.

Por otro, garantizar la protección social. Habrá pérdidas de empleo en sectores no sostenibles y habrá que garantizar las necesidades de estas personas y otras ayudas como la reconversión del trabajo hacia sectores sostenibles, los planes de formación y el aprendizaje permanente.

Las políticas públicas que desde ELA reivindicamos para hacer posible esta transición son, entre otras, las siguientes:

- Reforma de la fiscalidad: lucha firme contra el fraude fiscal, como el impuesto sobre sociedades y la subida de las rentas altas y los impuestos sobre capitales. Hay que financiar con fondos públicos una parte importante de la transición y la reforma de la fiscalidad será fundamental para incrementar los ingresos.

- Fortalecer la protección social y proporcionar una financiación adecuada.

- Mayor desarrollo de los servicios públicos, creando el empleo necesario.

- Reducción de jornada sin reducción salarial.

- Sólida política de conciliación entre el trabajo y la vida.

- Una política consistente para acabar con la brecha salarial.

- Para mantener el poder adquisitivo de los trabajadores hay que garantizar el incremento del IPC en los salarios.

- Incremento y dignificación del salario mínimo y pensiones mínimas.

- Publificación del sector de la energía, con control público y social.

- Puesta en marcha de una transición energética desde la dependencia de las energías fósiles hacia un sistema basado en renovables.

- Control y limitación de precios de productos energéticos.

- El reconocimiento del derecho a la energía como un derecho fundamental universal y la exclusión de toda lógica de mercado.

- Supresión de los peajes encubiertos que perciben las compañías eléctricas.

- Aplicación definitiva del descenso del IVA energético.

- Aumento de los impuestos por los beneficios que obtienen las empresas energéticas.

- Apostar por la recolocación de la economía y no en las multinacionales.

- Política activa contra el cambio climático. Tomar medidas para reducir significativamente las emisiones de GEI y adaptarse al cambio climático.

- Inversiones a largo plazo en sectores deseables.

- Movilizar los recursos públicos para reestructurar el modelo productivo hacia la sostenibilidad.

- Apoyo decidido a la investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) relacionada con la sostenibilidad.

- Incrementar las ayudas a los trabajadores afectados por la pérdida de empleo de sectores no sostenibles: reconversión laboral hacia sectores sostenibles, formación continua en todos los sectores y reforzar planes de formación adecuados.

- y mucho más…

 

El papel del sindicato en esta transición será la organización, empoderamiento y lucha de la clase trabajadora. Nuestro lugar está en la calle, si no aumentamos la confrontación el capital hará la transición a su medida y no será la transición ecosocial justa que necesita la clase trabajadora y la mayoría de la sociedad.