La crisis climática y la crisis del Covid19 necesitan las mismas medidas

22/04/2020
Antes de la crisis del Covid19 hablábamos una y otra vez de la crisis climática. Y aunque la grave crisis sanitaria no ha pasado, no podemos pasar por alto otras urgencias que se están produciendo. El 22 de abril fue el día de la Tierra y el 24 de abril el día de acción global a favor del clima. A pesar de estar en casa, tenemos que seguir reivindicando.

 

En esta situación particular, cuando se han paralizado las actividades económicas y sociales, se ha observado un fuerte descenso en la contaminación del aire y de los gases de efecto invernadero (GEI). Pero este descenso es momentáneo y no afectará a la lucha contra el cambio climático. Sin embargo, esta emergencia sanitaria está estrechamente relacionada con la emergencia climática. Una de las causas de que este virus se propague tan rápidamente y en todo el mundo es la globalización, la excesiva movilidad ha hecho que se extienda tanto. La degradación ambiental también aumenta nuestra exposición a las pandemias. La compleja organización social de la que disponemos también ha dificultado la situación y, como no podía ser de otra manera, los recortes en sanidad que se han llevado a cabo con anterioridad han tenido un grave impacto.

Luis González Reyes comentaba en este artículo que las decisiones que se están tomando estos días en los hospitales tienen similitudes con las que se deben tomar ante el cambio climático. Cuando no se pueden tomar las mejores decisiones, hay que tomar las que no son tan malas. Es decir, la mejor decisión en los hospitales sería dar respiradores a todas las personas que lo necesiten, pero cuando no hay respiradores suficientes hay que tomar otras decisiones, hay que tomar la mejor decisión posible en función de las circunstancias. El lo compara con las decisiones que hay que tomar ante el cambio climático. El cambio climático se prolongará durante miles de años, aún reduciendo al cero las emisiones de GEI. Lo mismo ocurrirá con la destrucción de los ecosistemas y las dificultades de acceso a la energía. Por lo tanto, hay que decidir teniendo en cuenta esta realidad, ya que la situación óptima ya no es posible.

Esta crisis nos ha enseñado que la crisis sistémicas pueden llegar de un día para otro, y que los trabajos que garantizan la reproducción de la vida en esta situación son los más importantes, los únicos imprescindibles. Queda claro que la alimentación, la salud, el cuidado y, en general, los sectores ligados a los servicios públicos son imprescindibles para la vida, "esenciales". Por lo tanto, las medidas necesarias para llevar a cabo la transición social, ecológica, feminista y democrática deberán ir dirigidas a reforzar estos sectores, a transformar el resto, relocalizar la economía, reducción de la jornada laboral, puesta en marcha de mecanismos para satisfacer las necesidades básicas para la reproducción de la vida fuera del mercado,...

Los poderes económicos ya están trabajando para salir de la crisis del Covid19, y no en el camino antes mencionado, sino profundizando aún más en el sistema que nos ha llevado al colapso. Algunos países han flexibilizado las normativas ambientales, China ha impulsado el uso del carbón,... Estas medidas destruirán el medio ambiente, provocarán el aumento de los GEI y aumentarán la crisis climática. Las decisiones se están tomando para aumentar la globalización económica y no para relocalizarla. Este sistema nos conducirá de nuevo a situaciones de shock: desabastecimiento de combustibles, por tanto desabastecimiento de mercancías y consecuencias socioeconómicas graves. Este tipo de situaciones aumentarán en el futuro.

Una de las lecciones que hemos aprendido en esta crisis ha sido la cercanía y la fuerza del colectivo. Hemos aprendido que lo que necesitamos para la reproducción de la vida no hay que traerlo desde la otra punta del planeta y que podemos conseguirlo desde los servicios públicos y viviendo en comunidad. A pesar de la mercantilización de las necesidades básicas de la vida, existen otras formas de responder a las mismas y ha sido posible ponerlas en marcha de un día para otro. No olvidemos esto cuando dejemos de hablar de este virus dentro de unos meses.

Todas estas crisis que estamos sufriendo son consecuencia del colapso del capitalismo. La salida de la crisis sanitaria es una oportunidad para no dejarla en manos de las tradicionales recetas neoliberales globalizadas. Hay alternativas, este es el momento perfecto para llevar a cabo todas estas alternativas y conseguir la soberanía social.