La fiscalidad ambiental será imprescindible en la transición ecológica y social que impulsa ELA

09/06/2022
El objetivo de la fiscalidad ambiental es incentivar comportamientos positivos desde el punto de vista medioambiental, además de hacer asumir a los responsables de las decisiones con impacto ambiental los costes sociales que no se tendrían en cuenta de otra manera. Así, se reducirán las cantidades producidas o consumidas en perjuicio de la naturaleza y de las personas. Con un reparto de la riqueza tan desigual y la falta de responsabilidad hacia los problemas ambientales generados, la fiscalidad ambiental debe ser un instrumento para reducir esta brecha, no solo en lo que a política ambiental se refiere, también en las políticas económicas y sociales.

Reducir la brecha significa facilitar los comportamientos sostenibles a las clases menos favorecidas y garantizar que los agentes económicos con mayor impacto en el medio ambiente sean los principales contribuyentes a las arcas de los impuestos ambientales.

No es nada nuevo que desde ELA reivindiquemos una presión fiscal que se acerque a la europea, también en fiscalidad ambiental. En términos de porcentaje del PIB, el estado español ocupa el puesto 25 en el ranking de la fiscalidad ambiental de la UE, por lo que es necesario que se acerque a la fiscalidad de los países de su alrededor, para poder orientar el comportamiento de los agentes económicos y contribuir a la protección del medio ambiente y a la mejora de la justicia social.

Estos impuestos están sobre todo destinados a mitigar el cambio climático y promover un uso sostenible de los recursos facilitando un uso más eficiente de la energía y unos sistemas energéticos y de transporte más limpios. Pero la finalidad de estos impuestos no es tanto recaudar como cambiar las conductas que inciden negativamente sobre el medio ambiente.

Por este motivo serán necesarias otras medidas complementarias que garanticen que estos cambios tengan lugar de manera justa. Por ello es necesaria una reforma que:

  • Traslade a sus responsables los costes ambientales de determinadas actividades económicas impactantes o el uso de productos contaminantes.

  • Bonifique la realización de buenas prácticas que conlleven externalidades positivas para el conjunto de la sociedad.

  • Ayude a reducir desequilibrios sociales.

ELA tiene como objetivo prioritario impulsar la transición ecológica y social, reto que requiere de transiciones en diferentes ámbitos. Además de la transición energética, la relocalización de la economía y una industria basada en la economía circular, la fiscalidad ambiental debe ser otro de los pilares.