Los sindicatos hacemos nuestra la reivindicación de la soberanía alimentaria y nos comprometemos a impulsarla en nuestro día a día

19/05/2022
Hoy 19 de mayo de 2022 nos hemos reunido en Bilbao los sindicatos ELA, LAB, CCOO, UGT, ESK, STEILAS, ETXALDE e HIRU para expresar que hacemos nuestra la reivindicación a favor de la soberanía alimentaria. La alimentación saludable es necesaria e imprescindible y además constituye un derecho humano fundamental. Agricultura, ganadería, pesca y selvicultura son sectores estratégicos para cualquier país.

Lo son no solo porque son el origen de los alimentos, sino también porque tienen una importancia transcendental en la gestión del territorio, el medioambiente y las identidades y culturas ligadas al territorio. De la misma manera son sectores estratégicos tanto desde la perspectiva de la economía como desde la del empleo.

Cuando reivindicamos que toda persona tiene derecho a una alimentación saludable, estamos hablando de derechos ligados a la reproducción y el sostenimiento de la vida. La función de baserritarras y pescadores y pescadoras es producir alimentos, no producir materias primas para la industria transformadora. Se trata de una aportación fundamental para la construcción de todo pueblo, de la misma manera se trata de una aportación para satisfacer necesidades colectivas y para avanzar en la construcción de un mundo más justo y equitativo.

Nuestra alternativa para asegurar el derecho a la alimentación saludable es la soberanía alimentaria. Nuestra propuesta política está basada en la agricultura, pesca, ganadería y silviculturas sostenibles: basadas en procesos sostenibles, en la distribución de productos locales y de temporada, así como en el aseguramiento de condiciones laborales dignas y justas a lo largo de la cadena de producción, distribución y transformación.

El modelo agro-intensivo ha colapsado, también en Euskal Herria. La crisis provocada por la COVID19 y la actual Guerra de Ucrania han puesto encima de la mesa de una manera clara la fragilidad del actual modelo agroalimentario. El actual sistema no es compatible con la vida, solo trae destrucción tanto de las personas como de la tierra, del mar y de los animales.

El cambio de rumbo es imprescindible: tanto en los modelos de producción como en los de consumo.

Existe numerosos datos que apoyan este análisis:

  • Un informe de la FAO del año 2020 señala la necesidad de hacerle frente al reto de la transformación del sistema alimentario. En ese sentido señala que solo el modelo agroecológico es capaz de dar respuesta a los retos económicos, ambientales y sociales.
  • La organización IPES FOOD señaló en el año 2019 que es urgente transicionar desde un paradigma agroindustrial hacía un sistema agroecológico diversificado.
  • En opinión de Euskal Herria Post COVID19 para avanzar en la soberanía alimentaria hay que transformar los sistemas agrícola y alimentario implantando un modelo basado en la agroecología.

Además del marco teórico, existe un marco legal que confirma nuestra apuesta. Se trata de la Estrategia «de la granja a la mesa» para un sistema alimentario justo, saludable y respetuoso con el medio ambiente. La misma señala que en los próximos 10 años se debe reducir en un 50% el uso de plaguicidas y antibióticos y un 25% la utilización de fertilizantes químicos. Según la Comisión Europea, en la próxima década el 25% de la producción alimentaria debiera provenir del modelo agroecológico. Según esta estrategia, los gobiernos locales deben desarrollar planes estratégicos para conseguir estos objetivos

Los sindicatos que nos hemos reunido para avanzar en el camino de la soberanía alimentaria, también apostamos por el modelo agroecológico por las siguientes razones:

  1. Solo el modelo agroecológico garantiza la producción local de alimentos desde el respeto de condiciones laborales dignas. Además, este modelo posibilita la cohesión territorial y el desarrollo de la economía local.
  2. Porque este es el único modelo que garantiza la conservación de la biodiversidad y el respeto al medioambiente (el modelo agroindustrial es culpable de 1/3 de las emisiones de CO2).
  3. La agroecología busca la construcción de un mundo más justo. Este modelo es contrario a la mercantilización de las tierras y el patrimonio común, la militarización de los territorios, así como de la explotación y el saqueo del Sur Global y de las personas migradas y racializadas que trabajan en el primer sector.
  4. Porque es un modelo que permite hacer frente al cambio climático, al contribuir al enfriamiento del planeta. (El modelo alimentario actual es responsable del 25% del transporte global).
  5. Este modelo integra en su mirada el decolonialismo y la perspectiva de género. En el modelo agrícola alternativo se garantiza el protagonismo de la mujer a lo largo de todo el proceso productivo. Por otra parte, al sustentarse en el respeto de los ecosistemas locales, el ciclo del agua y los límites biofísicos del planeta, se construye desde relaciones horizontales entre los territorios.
  6. Porque es un modelo que pone las vidas en el centro y busca construir una vida mejor para todos los seres vivos. Posibilita decidir, aquí y ahora, sobre los modelos de producir y alimentarnos.
  7. Porque entendemos que el derecho humano a alimentación saludable es un derecho de toda la clase obrera y es básico para una buena salud laboral.

Es absolutamente necesario que la alimentación local sea uno de los ejes principales de las políticas públicas. Para hacer realidad las políticas públicas necesarias, es imprescindible construir alianzas con el primer sector e ir más allá de los marcos teóricos para construir esta alianza a través de nuestros modos de consumo.

En Bilbao hay muchas alternativas que tratan de transformar el modelo alimentario: grupos de consumo en distintos barrios, supermercados cooperativos, mercado semanal de baserritarras, escuelas públicas que cambiar de modelo de comedores… Potenciar todas estas alternativas y crear otras nuevas está en nuestra mano.

Desde Bilbao y desde el sindicalismo también podemos hacer nuestra aportación para avanzar en la soberanía alimentaria; si entendemos que esta apuesta es necesaria, debemos introducirla dentro de nuestra agenda de prioridades.

En esta línea, en el marco de la Semana por la Soberanía Alimentaria, las organizaciones sindicales aquí presentes entendemos que es necesario avanzar en los siguientes compromisos:

  1. Implementar un plan estratégico que tenga como objetivo construir un modelo alimentario basado en la Soberanía Alimentaria como parte de la necesaria transición eco-social. En este sentido hacemos nuestro el documento ‘Camino Hacía un Sistema Alimentario y de Producción Agrícola Sostenible’ propuesto por Etxalde.
  2. Condicionar el diseño e implementación de las políticas públicas en el marco local con el objetivo de construir la soberanía alimentaria desde y para Euskal Herria desde el impulso de la producción local.
  3. Priorizar, en el diseño de los pliegos de contratación pública, los proyectos de producción y transformación de alimentos de carácter local.
  4. Exigir a las administraciones públicas competentes que de verdad defiendan el derecho colectivo a una alimentación saludable, haciendo real la apuesta por la Soberanía Alimentaria.
  5. Vigilar las condiciones laborales que el modelo agroindustrial impone a los y las trabajadoras del primer sector. Muchas y muchos de esos trabajadores son personas migrantes y racializadas sometidas al sistema de explotación de la economía sumergida generado por la legislación de extranjería del estado Español.

 

Por ello, los sindicatos firmantes asumimos el compromiso de trabajar por la soberanía alimentaria en nuestro día a día.