Pasar al mercado regulado del gas a partir del 1 de octubre puede suponer un ahorro de más de la mitad de la factura

Avanzamos en este círculo vicioso de la energía sin poder adivinar cuándo y cómo vamos a recibir el próximo golpe. Ya ha llegado el otoño y a pesar de que las temperaturas todavía no han bajado demasiado, ya hemos empezado a pensar cuándo llegarán los días de encender la calefacción, no porque estemos entusiasmados, sino porque no sabemos muy bien el impacto que ello va a tener en la factura.
Ante el continuo aumento del precio de la energía, todo aquel que tenga calefacción a gas en su casa empieza a tener un poco de miedo. Como en el caso de la electricidad, a menudo no sabemos leer las facturas que nos llegan, y mucho menos lo que tenemos contratado.
El precio del gas puede ser muy diferente en el mercado dependiendo del tipo de contrato que tengamos. Existe un mercado regulado y un mercado libre, como en el caso de la electricidad. En el primero el Estado regula el precio y en el segundo lo hace el oligopolio energético. Puede decirse, por tanto, que, en principio, en el mercado regulado tendremos precios más baratos.
La Dirección de Política Energética del Estado publicó el pasado 1 de octubre los precios a aplicar en el mercado regulado durante los próximos 3 meses. Esta tarifa denominada TUR (tarifa de ultimo recurso) es mucho más económica que la que cuesta en el mercado libre, ya que tiene como objetivo proteger a los pequeños consumidores. La tarifa TUR es más barata en la parte fija de la factura, pero sobre todo en la parte variable de la factura (que pagamos por los kw/h que consumimos) en el mercado libre pueden llegar a cuadruplicarse los precios según la compañía de gas contratada.
En el mercado regulado, además del precio, se regula el incremento máximo del precio cada 3 meses. No se puede subir más del 15%, por lo que no vamos a sufrir una subida brusca.
Las principales empresas que componen el oligopolio (Iberdrola, Repsol, Naturgy, Total, Endesa…) disponen de filiales que operan en el mercado regulado y son las que ofrecen a sus usuarios la tarifa TUR. En su publicidad nunca oímos nada de esto, incluso cuando llaman constantemente a casa no nos ofrecen contratar en el mercado regulado. Pero están obligados a ofrecer esta tarifa. Las personas usuarias tenemos la forma de elegir el precio del gas.
Teniendo en cuanta a los niveles a los que ha llegado el encarecimiento de la vida, es una buena noticia que el precio del gas esté legalmente establecido. Pero si el mercado del gas se ha regulado de esta manera, ¿por qué no el de la electricidad y el de los combustibles? Cada vez que se tocan estos dos mercados el oligopolio salta, muchas veces amenazando. ELA ha venido exigiendo en los últimos meses, cuando los precios de la energía están aumentando constantemente, que el precio de la energía se limite y no se apliquen descuentos con dinero público, porque esta medida sólo garantiza aumentar los beneficios de las empresas y obedecer al oligopolio.