CAMBIO CLIMÁTICO
Una de las peores sequías de los últimos años en Europa

Las previsiones climáticas apuntan a olas de calor y sequías más intensas y con mayor frecuencia, que harán cada vez más difícil garantizar suficiente agua, incluso para las personas. Las perspectivas empeoran aún más si tenemos en cuenta que con el cambio climático los periodos secos serán cada vez más largos e intensos.
Se estima que los recursos hídricos disponibles en las diferentes cuencas hidrográficas europeas se reducirán entre un 3% y un 7% de aquí a 2040 y para el 2050 el 17% de la población europea corre un alto riesgo de escasez hídrica. El estado español, junto con Grecia, serán uno de los países que tendrán el mayor riesgo de sufrir estrés hídrico. El sur de la península ibérica sufrirá el mayor riesgo de escasez de Europa.
Pero, ¿qué hay detrás de la sequía? ¿solo la falta de lluvia? Que no llueve es evidente y preocupante, pero la sequía no solo se produce por el cambio climático y la falta de precipitación y altas temperaturas que trae consigo. La sobre explotación de acuíferos, el crecimiento insostenible del regadío, el abandono de tierra y la degradación del suelo son la cara oculta de las sequías y la desertificación.
El regadío intensivo, es el gran consumidor de agua. El 80% del agua en el estado español se destina al riego de cultivos. Por poner un ejemplo del volumen: se estima que los cultivos de regadío consumen 100 veces más agua de lo que necesitan los 3 millones de habitantes de Madrid en un año.
A pesar de que un 75% del territorio de la península ibérica está en peligro de sufrir desertificación, se ha apostado por un modelo de gestión del agua que prioriza los grandes consumos agrícolas. El regadío para la agricultura es el gran consumidor de agua, se bebe el 80% de este recurso de las cuencas, y según los datos oficiales, la superficie de regadío no ha dejado de crecer en las últimas décadas. Además, en aquellas zonas donde no existe agua disponible en ríos y embalses, se hace uso del agua subterránea, poniendo en peligro las reservas de agua del futuro. Como consecuencia, el 25% de los acuíferos están gravemente sobre explotados. Todo ello hace que el estado español sea el país con mayor sobre explotación de agua de Europa. Por no hablar del agua que se consume de forma ilegal: se estima que existen más de medio millón de pozos ilegales.
Y mientras esto ocurre, la política que impera es la de mirar para otro lado y echar la culpa a la falta de lluvias: la sobre explotación de la tierra en manos de unos pocos para hacer el mayor negocio posible sin que importen las necesidades actuales de las personas y ni el futuro. Doñana es el mejor ejemplo, el agua se está agotando y el remedio es permitir más regadío, incluso legalizando plantaciones ilegales.
Las consecuencias del cambio climático ya las estamos viendo, pero es que con estas políticas además las están agravando. Priorizan el agro-negocio y toman medidas que aceleran los problemas, en vez de ponerles freno.