SALUD LABORAL
Concentración para denunciar las últimas tres muertes laborales

Tras una semana negra en cuanto a siniestralidad laboral, ELA se ha concentrado hoy en Iruñea frente a la sede del Gobierno de Navarra, en protesta por estas últimas muertes laborales. El martes un trabajador de 51 años falleció tras resultar atrapado por una máquina en la empresa Omnia Industrial de Armaduras de Etxarri-Aranatz. Un día antes, otro trabajador de 54 años fallecía tras caer de altura en la empresa Consturcciones Sánchez Martínez de Cintruénigo. Esta semana también ha fallecido un trabajador encargado de la seguridad en la Discoteca Tótem de Villava a causa de un golpe recibido en su trabajo. El viernes pasado una trabajadora de Viscofán fallecía en Cáseda en un accidente laboral mortal no traumático, y el martes anterior, otro trabajador sufría heridas graves tras caer de altura mientras realizaba trabajos de mantenimiento en el frontón Labrit.
ELA ha recordado que en lo que llevamos de año ya son 47 las personas que han perdido la vida en el trabajo en Hego Euskal Herria, 11 de ellas en Navarra, y la mayoría de ellas fácilmente evitables con medidas básicas de seguridad. En las empresas, la prevención de riesgos laborales o no se hace, o se queda en el papel, y la ausencia de equipos de protección adecuados y la inexistencia de procedimientos de trabajo seguros están entre las principales causas de este tipo de siniestros, porque el beneficio económico inmediato se antepone a la seguridad de las plantillas.
Ante esta situación, ELA ha censurado la irresponsabilidad del Gobierno de Navarra, que lejos de incrementar los medios de control e inspección, se reafirma en reforzar el diálogo social en salud laboral, un diálogo social que durante décadas se ha demostrado ineficaz, y que se utiliza para financiar la actividad de las organizaciones participantes, incluida la propia patronal, máxima responsable de la grave situación de la siniestralidad laboral.
ELA ha exigido medidas inmediatas para evitar nuevas muertes laborales. Para ello es necesario, de acuerdo con lo aprobado por el Parlamento en 2018, recuperar la competencia de inspección de trabajo e incrementar su plantilla hasta las 50 personas, igualándola a la media europea, para controlar adecuadamente las condiciones de seguridad que se dan en las empresas y centros de trabajo de Navarra.