El acuerdo para rebajar los salarios en el sector de la hostelería en Navarra no garantiza ni el empleo ni sus condiciones

Es evidente que el sector de la hostelería está pasando por un momento muy complicado y que mucha gente lo está pasando mal. Pero entre esa mucha gente se incluyen las personas que trabajan en el sector, muchas de las cuales llevan en ERTE total o parcial desde mediados de marzo.
Al tiempo que el Gobierno de Navarra anuncia 10 millones de euros adicionales para ayudar al sector, la patronal, UGT y CCOO han acordado no aplicar el incremento salarial previsto para 2021 en el convenio colectivo (Un 2% de subida).
ELA ha rechazado de forma rotunda este planteamiento, porque los salarios no son el problema, y porque no vamos a contribuir a colaborar en este doble castigo que supone la bajada salarial. Hay motivos para ello:
- Las empresas se han podido acoger a los ERTEs de fuerza mayor, prácticamente a coste cero desde el inicio de la pandemia.
- Han podido afectar y desafectar a sus plantillas de dichos ERTEs con una flexibilidad total (y sin ningún control legal además), por lo que el personal solo ha trabajado como y cuando las empresas han querido.
- La bajada salarial no va acompañada de ningún compromiso para las empresas, que podrán descolgarse del convenio y rebajar salarios si quisieran más allá de este acuerdo. Tampoco hay ninguna medida que garantice el empleo.
Pese a la garantía de mantenimiento del empleo durante 6 meses que se exigía como contrapartida a las ayudas en los ERTEs, se está despidiendo gente en la hostelería. A esto también han ayudado las concesiones que desde UGT y CCOO se han hecho en el ámbito del diálogo social en el estado. Desde ELA debemos exigir un control exhaustivo sobre esta cuestión.
El Gobierno de Navarra ha aprobado ayudas por valor de 20 millones de euros y ha anunciado una partida adicional de 10 millones para el sector. Estas ayudas no van a redundar en ningún caso en beneficio de las personas trabajadoras.
El único condicionante para recibirlas es mantener la actividad hasta al menos el mes de mayo de 2021, pero no el empleo ni sus condiciones. Se está rescatando empresas pero no trabajadores y trabajadoras.
Las ayudas del Gobierno de Navarra no están vinculadas a las necesidades reales de las empresas sino a su facturación anterior. Las empresas grandes, lo necesiten o no, son las que han recibido las mayores ayudas.
Las personas en ERTE llevan este tiempo recibiendo un 30% menos. en el mejor de los casos, de su retribución habitual. (La cobertura del desempleo en el caso de personas sin hijos a cargo está topada en 13.177 euros brutos al año, mientras que el salario básico del sector, sin pluses es de 19.498 euros anuales). Para esto no hay ninguna partida económica ni ayuda. Y es un problema que se agrava en los casos de fraude en la contratación, en la cotización y/o en la retribución, fraude más habitual de lo que debería ser razonable en la Navarra del siglo XXI.
El planteamiento de la patronal de congelar salarios no lleva aparejado ningún compromiso de mantener el empleo. Fueron los primeros en pedir públicamente que se les dejase despedir, y ahora vienen a pedirnos a los sindicatos el dinero de sus trabajadores y trabajadoras.
ELA en este periodo ha exigido que se tomen medidas para que las empresas puedan seguir funcionando tras la pandemia, pero que junto a las empresas se ayude también a quienes trabajan en ellas: que se complementen los ERTES, que se garantice al menos una renta equivalente al SMI, y que se establezcan mecanismos en las empresas tendentes a mejorar el control sobre el cumplimiento de la ley y del convenio colectivo.
En el sector de la hostelería hay muchos problemas, pero el incremento salarial de 2021 no es uno de ellos. Ni tampoco los problemas son patrimonio exclusivo de los y las empresarias.