Hostelería de Navarra
UGT y CCOO firman un convenio que no garantiza el poder adquisitivo y excluye a miles de trabajadoras

ELA denuncia la renuncia que estas organizaciones sindicales han hecho al compromiso de garantizar el IPC en los salarios, así como de otras reivindicaciones que se habían establecido como lineas rojas en el planteamiento de movilizaciones conjuntas de los 4 sindicatos: subrogación de las subcontratas, mejora de las jornadas parciales, inclusión de los "riders" en el ámbito de aplicación del convenio y prioridad aplicativa del convenio de Navarra frente al ámbito estatal.
Por otro lado han aceptado empeorar la regulación legal de los fijos discontinuos, favoreciendo su contratación a tiempo parcial y sin exigir una mínima garantía de prestación de servicios. Se legaliza así una figura de “Contrato 0 horas" con flexibilidad absoluta. ELA entiende incoherente que al mismo tiempo que la patronal lamenta la falta de personas que quieran trabajar en el sector, se aumente la precariedad del mismo con este tipo de contratos.
Por otra parte el convenio seguirá sin tener garantías de aplicación frente a las reformas laborales, con la posibilidad de inaplicación unilateral por parte de las empresas, incluso con beneficios, y sin garantías frente a la invasión de los convenios estatales. De hecho son miles de personas que trabajan en el sector a las que ya no se les aplica el convenio de hostelería de Navarra, sino uno de ámbito estatal con condiciones de trabajo muy por debajo de las que se negocian aquí.
Si inicialmente fueron las trabajadoras de restauración colectiva (comedores escolares, de empresas...) a las que se les excluyó del convenio, recientemente hemos visto cómo a las personas que trabajan en el sector de marcas de restauración (cadenas de comida rápida, franquicias de grandes marcas...), se les imponía un convenio estatal con el SMI como salario de referencia y 1800 horas anuales de jornada, convenio que cuenta con la firma de UGT y CCOO.
ELA no firmará este acuerdo que valora de forma negativa, especialmente por la oportunidad perdida para mejorar las condiciones de trabajo en el sector. UGT y CCOO rompen unilateralmente la unidad sindical a pocos días de la huelga convocada en el sector para firmar un mal convenio, en un sector que ha recuperado totalmente su actividad tras la pandemia y que además, según las estadísticas oficiales, ha incrementado los precios en 2022 bastante por encima de lo que subirán los salarios.