educación pública
El Departamento de Educación ha emprendido procesos de fusión de centros públicos a escondidas y desde una perspectiva puramente economicista

Educación inició en 2021 el proceso de fusiones de centros. Bajo el pretexto de la caída de matriculación derivada de una tasa de natalidad en descenso, ese año el departamento decidió fusionar la Escuela Mendiko de Amurrio y los centros de Zabale; las respectivas comunidades educativas condenaron este paso. Ya entonces quedó en evidencia que Educación actuaba a escondidas, sin planificación ni respeto por las plantillas y las familias.
Ahora se plantea la misma situación con las escuelas Aita Orbiso y Umandi de Gasteiz. Situadas en el barrio de Lakua-Arriaga, presentan un fuerte desequilibrio: Aita Orbiso es un centro totalmente segregado y que sufre una grave caída de matriculación. Las direcciones de las escuelas, con ánimo de hacer frente a una situación inaceptable que no habían remediado las tímidas medidas del departamento, han manifestado su voluntad de abordar un proyecto unificado con el fin de que los centros reflejen la pluralidad del barrio y no sean modelo de exclusión. Para ello plantearon a Educación un proyecto a cinco años que contemplaba mantener los grupos, profesorado, equipos de dirección y edificios existentes. Y agarrándose al legítimo objetivo de las direcciones, el gobierno ha emprendido un proceso de fusión.
Pero si el verdadero objetivo de la fusión es acabar con la exclusión, ¿por qué no se da ninguna información a los sindicatos? Es más, ¿por qué se nos miente y se nos impide participar en el proceso?
En ELA tenemos clara la razón de esta actitud: Aunque estamos ante la oportunidad perfecta para dotar la red pública de personal y medios suficientes y ofrecer a nuestras alumnas y alumnos la calidad que se merecen, Educación ha emprendido la vía de la reducción de centros desde una perspectiva puramente economicista. De hecho, su meta última es recortar el gasto en educación pública. A pesar de los bonitos discursos que representantes del departamento sueltan en centros en los que hay ya en marcha procesos de este tipo (porque no se aporta ninguna garantía por escrito), estas fusiones de centros tendrán graves consecuencias a corto y medio plazo: destrucción de empleo (de docentes, educadoras, personal de portería, cocina, limpieza o monitoras de comedor), empeoramiento de las condiciones de trabajo (pérdida de recursos y cargas de trabajo mayores) y, en definitiva, debilitamiento de la red pública.
Por tanto, en un contexto de caída de la matriculación, en lugar de priorizar la calidad en el sistema público Educación, en lugar de renunciar a la política de ratios máximos y mejora de recursos para dotar a los centros como es debido, ha decidido aprovechar la situación para seguir imponiendo recortes. Tal como se ha dicho, por medio de las fusiones pretende reducir la red de centros públicos y se aferra al mal acuerdo que firmó en 2022 con los sindicatos de educación, excepto ELA, para adjudicar Ratios y Recursos. Recordemos que ELA se negó a firmarlo por sus deficiencias, y que este sindicato tiene su propia propuesta de ratios.
En el núcleo del proyecto de ELA ocupa un lugar central una escuela pública soberana, con condiciones de trabajo adecuadas, euskaldun, no segregadora y dotada de recursos suficientes. Por ello ELA no apoyará la política de fusiones de Educación. Por el contrario, exigimos al departamento que actúe con transparencia, deje de decir mentiras y que busque el bienestar de la comunidad educativa pública, no el recorte del gasto.
Sabemos que en los próximos meses y cursos el departamento de Educación tiene intención de iniciar nuevos procesos de fusión: En Gasteiz, por un lado entre las escuelas Adurtza y San Ignacio, y por otro entre Landazuri y Santa María; en Bilbo tiene el mismo plan con Txurdinaga y Pío Baroja, en Portugalete con Maestro Zubeldia y Virgen de la Vía y en Donosti con Kattalin Erauso y Amara Berri. ELA se compromete a respaldar a las trabajadoras y trabajadores de los centros que puedan estar afectados por las fusiones y a poner a su disposición sus recursos si quieren movilizarse para dar la vuelta a estos procesos y alcanzar soluciones negociadas.