¿Quién pagará la crisis? #Irteera #LanMundukoNotiziak

23/10/2020
La pandemia provocada por Covid-19 ha sacudido todo el planeta de arriba abajo. En este contexto la clase trabajadora está siendo especialmente perjudicada. El gran reto de los próximos meses será buscar una salida justa a la crisis para que la fiesta no la paguemos los de siempre -las y los trabajadores-. Para reflexionar sobre este tema ELA ha publicado un número especial de Lan Munduko Notiziak. En ella se plantean medidas para lograr una salida justa a la actual ocasión.

Este número especial se difundirá en los centros de trabajo y calles de Euskal Herria, pero, quien lo desee, tiene disponible la revista en la página web del sindicato.

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¿Quién pagará la crisis?

 Comenzamos 2020 con la huelga general del 30 de enero, convocada por ELA junto a otras organizaciones sindicales y sociales que conformamos la Carta de Derechos Sociales de Euskal Herria, reivindicando las pensiones públicas, el empleo de calidad y el reconocimiento de derechos sociales básicos, como el de acceso a una vivienda o a un sistema de cuidados público, universal, gratuito y de calidad.

La Covid-19 nos ha cambiado la forma de vivir. Más de 2.000 personas han muerto por ella en nuestro territorio. Desde marzo se han destruido 34.000 empleos en Hego Euskal Herria. Además, 35.000 personas siguen en ERTE. La crisis está afectando directamente a decenas de miles de trabajadoras y trabajadores. Las coberturas sociales siguen siendo insuficientes, ni siquiera se ha aprobado una prestación que cubra las necesidades de cuidado generadas por la pandemia. En los próximos meses el paro, la inseguridad laboral y la desigualdad social van a crecer, por lo que vamos a sufrir una convulsión social de magnitudes difíciles de prever.

Abandonar las políticas de austeridad

Todo ello en un escenario previo que estaba lejos de ser aceptable ya que, por ejemplo, la pobreza y la desigualdad aumentaban también en los años de crecimiento (la Encuesta de Pobreza publicada por el Gobierno Vasco mostraba que en 2018 había más de 130.000 personas en pobreza grave, un 46% más que en 2008).

Lo sucedido en los últimos meses nos permite extraer conclusiones para plantear las alternativas y las medidas que se deben aplicar de manera inmediata si no queremos aceptar la vía de los recortes impuesta tras la crisis financiera de 2008. Es fundamental abandonar las políticas de austeridad, rompiendo para siempre con los límites de deuda, déficit o regla de gasto. Se ha evidenciado que los trabajos esenciales son los que tienen que ver con la sostenibilidad de la vida y los cuidados. Se tienen que reforzar drásticamente los servicios públicos y lo común. Es imprescindible aumentar los ingresos públicos a través de una reforma fiscal que aumente los impuestos que pagan las empresas, el capital, los patrimonios y las rentas altas. También hemos aprendido la necesidad de relocalizar la economía frente al mantra de la globalización y la internacionalización.

Destinar recursos públicos a rescatar a las personas

Hay que primar los derechos de las personas frente a los del capital, destinando los recursos públicos a rescatar a las personas, en especial a las que viven en situación de mayor vulnerabilidad. Y hay que dignificar el valor del trabajo y, en especial, en los sectores precarizados y feminizados.

Sin embargo, la respuesta de las instituciones no ha estado a la altura de la gravedad de la crisis. El Gobierno de Pedro Sánchez no tiene ninguna intención de cambiar la Ley de Estabilidad Presupuestaria. La suspensión de las reglas fiscales para 2020 y 2021 es insuficiente.

Inmersos en una inercia de autocomplacencia, publicidad y propaganda, el Gobierno Vasco y el Gobierno de Navarra apenas han puesto en marcha actuaciones concretas para dar respuesta a la crisis sanitaria, económica y social que vivimos. El resultado es que, detrás del espejismo del Teleberri (el No-Do se queda corto), la gente no ve ninguna mejora en su situación. En cualquier entorno se repite una frase, con distintas variantes y calificativos: «Dicen que hay ayudas, pero es mentira».

Caída en la recaudación

Este año se está produciendo una fuerte caída de la recaudación (las estimaciones actuales fijan esa caída en casi 3.000 millones de euros en la CAPV y en 500 en Navarra). Para mantener el presupuesto de este año con algunos recortes el Gobierno Vasco y el Gobierno de Navarra se van a ir a un déficit muy grande, generando un endeudamiento que puede ser la base de mayores recortes en el futuro (como vimos tras la crisis de 2008).

Los presupuestos de 2021 están sin definir, y la situación es preocupante. Va a haber una recaudación claramente insuficiente. Es inadmisible que cuando se eliminan para estos dos años los límite de deuda el Gobierno Vasco, las Diputaciones Forales y el Gobierno de Navarra acuerden con Madrid límites en estas materias que no van a ser suficientes para poder afrontar los niveles necesarios de gasto público.

Mención específica merecen los fondos europeos. ELA ya denunció que los Estados que solicitasen esos fondos tendrían que acometer reformas y recortes. Ahora también sabemos que esos fondos no va a llegar a los presupuestos del Gobierno Vasco o Gobierno de Navarra. Los va a gestionar directamente el Gobierno de Sánchez, y además no van orientados a cubrir las necesidades sociales sino que tienen como destinatarios proyectos enmarcados dentro de la lógica neoliberal y capitalista europea. La primera lista presentada por Urkullu destina ese dinero fundamentalmente al TAV, Iberdrola y Petronor. Por tanto, los fondos europeos son una trampa en sí mismos, y tampoco van a ser una posible fuente de financiación de nuestros gobiernos para los próximos años, lo cual demuestra que la única alternativa es la reforma fiscal.

Es necesaria la movilización

Quienes nos gobiernan no tienen ninguna voluntad de realizar el cambio de políticas necesario para avanzar en esta dirección. Al contrario, su discurso avala una nueva vuelta de tuerca a los derechos laborales y sociales, como se demuestra en su alineamiento con la patronal a la hora de defender una rebaja de los salarios, o al negarse frontalmente a aumentar los impuestos al capital (algo que ha reclamado incluso la OCDE, una de las instituciones que gobiernan el entramado institucional neoliberal).

Por tanto, va a ser necesario dar nuevos pasos en la movilización social. Es la única vía para que las políticas pongan a las personas y a los derechos en el centro. En las próximas semanas y meses vamos a avanzar en esa vía, en alianza con otras organizaciones sindicales y sociales, como hicimos en la huelga general del 30 de enero.

 
 

A la calle para publificar el ámbito de los cuidados y la salud

La Covid-19 ha puesto de manifiesto lo que venimos reivindicando desde hace tiempo, que los trabajos de cuidados son esenciales, no se pueden parar. La cobertura del sistema de cuidados (residencias, ayuda domiciliaria,…) es muy escasa. Deja de lado la mayor parte de las necesidades existentes, y en los casos en que se da cobertura, o es insuficiente o establece un nivel de pago o copago inasumible.

ELA ha puesto en marcha una campaña que persigue la publificación de los sectores subcontratados de cuidados y salud, demandando a su vez la creación de 10.000 puestos de trabajo, con condiciones de trabajo dignas. En este sentido, tenemos varias reivindicaciones destacables.

  1. El reconocimiento legal del derecho a que todas las situaciones de dependencia sean cubiertas por un sistema público, universal, gratuito y de calidad.
  2. La publificación de los sectores subcontratados de los cuidados y de la salud.
  3. La contratación de 10.000 personas para construir un modelo público de cuidados diferente al que tenemos actualmente, que cubra todas las situaciones de dependencia desde que nacemos hasta que morimos y con mejores condiciones de trabajo, porque son ámbitos muy precarios, sobre todo el de los cuidados. Y esto tampoco es casualidad, porque se trata de trabajos que se nos han asignado a las mujeres (en muchos casos mujeres racializadas) mediante la división sexual del trabajo y que realizamos en condiciones muy precarias, llegando en la práctica hasta a situaciones de esclavitud y en muchos casos de forma gratuita.

 

28 medidas concretas para lograr una salida justa

AUMENTAR LOS INGRESOS PÚBLICOS

  1. Impuesto sobre Sociedades: eliminar las deducciones y establecer un recargo especial en la declaración del Impuesto sobre Sociedades de 2019 equivalente a un 20% de los beneficios de ese año. De esta forma en la CAPV se obtendrían 1.750 millones de euros y 400 millones en Navarra.
  2. Impuesto sobre Patrimonio, riqueza y grandes fortunas. Establecer un recargo específico, que sea progresivo y se sitúe entre el 1% y el 10%. De esta forma se recaudarían 2.000 millones más en la CAPV y 500 millones en Navarra.
  3. Un IRPF más progresivo: modificar la escala, llevando el tipo marginal máximo al 60%; eliminación de la tarifa específica del capital. La cuantificación dependería del aumento de progresividad de la escala.
  4. Paralización de grandes infraestructuras (Tren de Alta Velocidad, Variante Sur Ferroviaria, túnel subterráneo del Gran Bilbao, Canal de Navarra,…) y destinar ese dinero a presupuestos sociales.
  5. Aumentar el endeudamiento para afrontar el gasto, lo que supone no aceptar los límites existentes de déficit, deuda y regla de gasto.

FORTALECER EL SECTOR PÚBLICO

  1. Eliminar el déficit presupuestario en Sanidad y Educación respecto a la media europea en un periodo de 3 años, lo que equivale a 1.800 millones en Salud y 660 en Educación en la CAPV, y a 427 millones en Salud y 338 millones en Educación en Navarra.
  2. Consolidar el empleo de todo el personal temporal en la Administración (CAPV y Navarra).
  3. Publificar los sectores subcontratados, como residencias, atención domiciliaria, ambulancias, limpieza,.. garantizando la subrogación y consolidación del empleo.

GARANTIZAR UNOS INGRESOS SUFICIENTES

  1. Cuantía de la RGI y la RG en el 100% del SMI (1.108 euros en doce mensualidades) para las personas que viven solas, e incremento del 50% por persona adicional de la unidad convivencial
  2. Complementar las pensiones hasta los 1.080 euros mensuales.
  3. Garantizar unos ingresos mínimos equivalentes al SMI a todas las personas en desempleo.
  4. Complementar los ERTE con motivo del covid-19 hasta el 100% del salario.

RECONOCIMIENTO DE DERECHOS, PONIENDO LA VIDA Y EL CUIDADO EN EL CENTRO

  1. Garantizar en las Leyes de Servicios Sociales el derecho subjetivo a que todas las situaciones de dependencia sean cubiertas mediante un sistema público, universal, gratuito y de calidad.
  2. Garantizar el derecho subjetivo a acceder a una vivienda de alquiler social, así como el acceso a los bienes básicos. Limitar el precio del alquiler.
  3. Equiparar los derechos de las empleadas de hogar al del resto de trabajadoras y trabajadores (régimen general de la seguridad social, estatuto de los trabajadores y salud laboral).
  4. Reorganización de los tiempos y corresponsabilidad en los trabajos realizados en el hogar.
  5. Avanzar hacia la regularización administrativa de todas las personas garantizando el empadronamiento.

EMPLEO Y TRANSFORMACIÓN SOCIAL Y ECOLÓGICA DEL SISTEMA

  1. Reducción de la jornada a 35 horas (mínimo de 20).
  2. Salario mínimo de 1.200 euros.
  3. Acabar con la brecha salarial y pensiones entre hombres y mujeres.
  4. Convertir en tiempo completo el trabajo a tiempo parcial impuesto fundamentalmente a mujeres.
  5. Aumentar las plantillas de Inspección de Trabajo en 100 personas en la CAPV y en 50 en Navarra.
  6. Poner Kutxabank en manos públicas y creación de la banca pública en Navarra.
  7. Destinar las partidas presupuestarias para la internacionalización de las empresas (destinadas a la deslocalización de la producción) a la relocalización de la economía y al impulso de los empleos verdes.

PROFUNDIZAR EN LA SOLUCIÓN FEMINISTA DE LA CRISIS

    25. Incrementar las medidas legales para el derecho de conciliación, entre otras:
          26. Reconocimiento del derecho a percibir el desempleo o prestación equivalente en el momento de acogerse a la excedencia o reducción de jornada por cuidado.
          27. Flexibilizar, reducir y/o ampliar a 18 años el límite de edad de los menores en el derecho a la excedencia.
     28. Creación de 10.000 puestos de trabajo por parte de las administraciones para el acceso a un sistema público, universal y gratuito de vigilancia de las situaciones de dependencia.

 

 
 

En otoño saldremos a la calle para garantizar derechos

La Covid-19 ha puesto de manifiesto que los trabajos de cuidados son esenciales, no se pueden parar. Estos trabajos, feminizados, invisibilizados y menos valorados, se prestan en muchas ocasiones en el ámbito del hogar, bien porque las familias se ven obligadas a ello, o bien a través del trabajo de empleadas de hogar, muchas de ellas en situación administrativa irregular. A la brecha de género se le suma la brecha racial y la de la irregularidad, llegando a situaciones de práctica esclavitud.

La cobertura del sistema de cuidados (residencias, ayuda domiciliaria,…) es muy escasa. Deja de lado la mayor parte de las necesidades existentes, y en los casos en que se da cobertura, o es insuficiente o establece un nivel de pago o copago inasumible. Es necesario cambiar la ley para que se cubran todas las situaciones de dependencia por un sistema público, universal, gratuito y de calidad.

Las carencias del sistema no son una casualidad. Se ha optado por hacer de los cuidados un nicho de negocio en el que las empresas del sector se lucran con el dinero público, con las aportaciones de las personas usuarias y tirando a la baja los ratios de atención y las condiciones de trabajo de las trabajadoras de estos sectores.

ELA ha puesto en marcha una campaña que persigue la publificación de los sectores subcontratados de cuidados y salud, demandando a su vez la creacion de 10.000 puestos de trabajo, con condiciones de trabajo dignas.

La pandemia ha evidenciado la falsedad de los fundamentos ideológicos que dieron cobertura a la subcontratación y precarización de estos sectores. Existe un clamor social que tenemos que aprovechar para cambiar el modelo de cuidados y de salud.

Priroizar el derecho al cuidado y la salud sobre el negocio o sobre el beneficio empresarial es otra razón que avala la publificación que estamos demandando. De lo contrario terminamos reproduciendo las situaciones vividas en las residencias de mayores, con cientos de personas muertas y miles que han resultado contagiadas (tanto usuarias como trabajadoras).

ELA tiene claro que la pandemia ha puesto en cuestión algunos valores que nos han querido imponer en las últimas décadas. Uno de ellos es ese falso mantra de que se gestiona mejor de forma privada que de forma pública. Esa idea ha saltado por los aires en el ámbito de los cuidados y de la salud. Se ha demostrado que solo lo público - aunque con muchas dificultades, debidas a los recortes de recursos sufridos en los últimos años - ha sido capaz de hacer frente a dicha pandemia.

Tenemos que aprovechas este cuestionamiento de la supuesta calidad de la sanidad y los cuidados privados para ir a un modelo de cuidados y de salud en el que las personas estén en el centro de toda la gestión. Y eso es lo que vamos a trabajar en esa campaña.

En este sentido, tenemos varias reivindicaciones destacables.

1.-En primer lugar, el reconocimiento legal del derecho a que todas las situaciones de dependencia sean cubiertas por un sistema público, universal, gratuito y de calidad.

2.-En segundo lugar, la publificación de los sectores subcontratados de los cuidados y de la salud.

3.-La tercera, la contratación de 10.000 personas para construir un modelo de cuidados diferente al que tenemos actualmente y con mejores condiciones de trabajo, porque son ámbitos muy precarios, sobre todo el de los cuidados.

Estas medidas serían un paso importante para avanzar en una sociedad en la que igualdad entre mujeres y hombres sea una realidad. Es necesario abordar cuestiones clave, como equiparar los derechos del régimen de empleadas de hogar al del régimen general de la seguridad social, o la regularización de las personas que en esta pandemia han sido esenciales para realizar estas tareas de cuidados. La reorganización de los tiempos y la corresponsabilidad en los trabajos domésticos y de cuidado también deben ser abordadas. Queda mucha tarea por hacer.