Puñalada mortal al convenio de CAPV para legalizar los recortes

28/09/2017
Xabi Irastorza, responsable de enseñanza de ELA
Kristau Eskola y AICE tratan de asestar el mayor golpe jamás conocido al convenio de Centros de Iniciativa Social de CAPV e irse al convenio estatal para dar rango de legalidad a los recortes que vienen imponiendo desde 2010 pero que la acción sindical y los tribunales les hemos impedido.

En contra de lo que Kristau Eskola (principal patronal de la enseñanza concertada de la CAPV) quiere hacer creer a la opinión pública, la principal patronal de la enseñanza concertada de la CAPV ya comunicó a los sindicatos en reunión de mesa de convenio del 5 de julio su decisión de romper la mesa de negociación, de dar por finalizado el Convenio Colectivo de Centros de Iniciativa Social de la CAPV y su decisión de aplicar el VIº Convenio de Colectivo de Empresas de Enseñanza Privada sostenidas total o parcialmente con fondos públicos (no hay más que ver la documentación que las patronales presentaron y están enviando a cada uno de los centros y estos a su vez a sus trabajadoras y trabajadores).

Desde el inicio de las negociaciones tanto Kristau Eskola como AICE han tratado de regularizar y dar cobertura jurídica a los recortes que vienen aplicando desde 2010 y que sendas sentencias del TSJPV y del Tribunal Supremo han contradicho. A pesar de reconocer no estar de acuerdo con los recortes sufridos por parte del Gobierno Vasco en los módulos de concertación y de reconocer que el problema de fondo es la insuficiente financiación de los centros educativos, no han dudado en trasladar el peso principal de los recortes a las trabajadoras y trabajadores del sector.

En la propia negociación del nuevo convenio la única posibilidad que han contemplado ha sido el recorte en las tablas salariales del actual convenio o la ligazón de las tablas del convenio a la financiación recibida por parte del Gobierno Vasco para así dar carta de naturaleza a los recortes que vienen imponiendo y cubrir sus espaldas ante posibles nuevos recortes.

ELA se ha opuesto con rotundidad al intento de querer trasladar el peso principal de los recortes a las trabajadoras y trabajadores del sector y no ha cedido al chantaje efectuado por parte patronal.

La patronal ha tachado nuestra posición de maximalista, inflexible y, en su última comunicación, de querer dilatar la negociación sin más objeto que prolongar la situación actual. Ante semejantes acusaciones y el planteamiento patronal de las últimas dos mesas de negociación, hay que recordar que la propuesta de negociación de ELA ha partido del respeto y cumplimiento del actual convenio, incumplido de manera unilateral por parte patronal y que tras recurso judicial el Tribunal Supremo ha restituido. Y que, en todo momento, ELA ha puesto el actual convenio como base para la negociación del nuevo. Junto a ello, no ha hecho más que pedir garantías de cumplimiento del convenio en todos los centros ante la reforma laboral y de la negociación colectiva (reforma con la que las patronales dijeron no estar de acuerdo y no tener intención de aplicarla). ¿Se puede considerar maximalista la determinación de defender un convenio y no estar dispuesto a aceptar su empeoramiento?

Además de todo ello, habiendo manifestado ELA desde el principio su disposición a negociar los plazos de pago del salario recortado según convenio, dos años y medio después de la interposición de conflicto colectivo, dos años después de la sentencia del TSJPV, 6 meses después de la sentencia de Tribunal Supremo y tras la interposición de más de mil demandas individuales, ELA llega a un acuerdo con Kristau Eskola para la recuperación de las cantidades recortadas entre 2010 y 2012, periodificando el pago, tal y como lo había pedido la patronal, de modo que los centros puedan hacerle frente de manera más asequible. ¿Se puede llamar acaso a eso inflexibilidad?

Y, por último, ELA presentó su plataforma de negociación en 2010 y propuso en mesa en enero de 2013 los elementos sustanciales para la negociación del nuevo convenio tras la reforma laboral y de la negociación colectiva que de ninguna manera aceptaron las patronales. Kristau Eskola socilitó a la mesa tiempo hasta ver el resultado de su demanda contencioso-administrativa contra el Gobierno Vasco y el anteproyecto de presupuestos del gobierno de Lakua y para poder retomar la negociación en condiciones. La patronal no presentó su propuesta completa de convenio hasta el 18 de junio, una vez cerrado el acuerdo de Convenio Estatal en Madrid. El 28 de junio Kristau Eskola lanza una propuesta a la mesa en la que plantea la intensificación de la negociación hasta octubre (ya teníamos puestas fechas de negociación hasta el 24 de julio), propone un arbitraje obligatorio en caso de no llegar a acuerdo en esa fecha y en cualquier caso da por finalizado el convenio actual a 31 de diciembre de 2013. La no aceptación del chantaje por parte de ELA, y del resto de sindicatos, supone que el 5 de julio las patronales Kristau Eskola y AICE rompan unilateralmente la mesa de negociación y anuncien el fin de convenio de CAPV y el paso al estatal. ¿Quien ha llevado a cabo una táctica dilatoria en la negociación y a dado por finalizada la negociación cuando le ha interesado, intentando aprovecharse de todas las herramientas que le da la reforma?

Con este intento por finiquitar el convenio de CAPV y acogiéndose al convenio estatal, tanto Kristau Eskola como AICE pretenden lograr por medio de las herramientas que les da la reforma laboral y de la negociación colectiva lo que no han logrado mediante la negociación con los sindicatos ¿Qué diferencia respecto a Adegi o Confebask? Pretenden ligar los salarios a la financiación recibida por parte del Gobierno Vasco, para así dar carta de naturaleza a los recortes que vienen imponiendo desde 2010 y cubrir sus espaldas ante posibles nuevos recortes para poder trasladárselos a los trabajadores sin impedimento legal. Pero a su vez, teniendo en cuenta que el convenio estatal es notoriamente peor, se reservan la posibilidad de empeorar las condiciones laborales en función de sus necesidades e intereses. Dejan en manos de los centros la posibilidad de mantener algunas de las condiciones actuales con excepción explicita de las tablas salariales de nuestro convenio. ¡Curiosamente y de nuevo lo mismo que anuncia públicamente Confebask!

Poner como referencia el convenio estatal pone en grave riesgo las condiciones laborales de la nuevas contrataciones y abre la puerta a que esas condiciones se puedan empeorar muy significativamente de manera unilateral, lo que afectaría de manera grave tanto a las condiciones laborales como a la calidad de la enseñanza.

Que en esta coyuntura las patronales traten de justificar su decisión diciendo que lo hacen para salvaguardar la sostenibilidad de los centros educativos resulta inaceptable. La viabilidad de los centros en ningún caso depende de las condiciones laborales sino de la financiación que reciban y de la gestión que se haga de los mismos. ELA de ninguna manera va a aceptar que la política de recortes del Gobierno Vasco que tanto ha criticado y combatido desde la imposición de esta crisis, se traslade a recorte en las condiciones laborales y no esta dispuesta a que las patronales trasladen a sus trabajadores los fracasos en su gestión y en la negociación de la financiación con el Gobierno Vasco.

En contra de la opinión y la decisión de las patronales, ELA y la totalidad de los sindicatos del sector entendemos que en función de lo recogido en el convenio de Centros de Iniciativa Social de la CAPV la ultraactividad del mismo se mantiene más allá del 7 de julio. Por todo ello, los servicios jurídicos del sindicato ya han iniciado la vía judicial de interposición de Conflicto Colectivo para defender la vigencia del convenio actual.

ELA considera que nos encontramos ante el mayor ataque contra las trabajadoras y trabajadores de la enseñanza concertada de la CAPV. Por ello, ya está trabajando la respuesta y la movilización, sin descartar la convocatoria de huelga, y de no haber cambios en las decisiones de las patronales entiende que no se puede iniciar el curso con normalidad.