Recortes de plantilla en la enseñanza pública
Aunque se ha esforzado en tapar la realidad con abundante propaganda, la gravedad de los recortes que este gobierno ha aplicado en educación hablan por sí solos. Basándose en el nefasto acuerdo laboral firmado este verano con la complicidad de CCOO y UGT, no sólo han reducido los salarios, también han recortado plantillas, las sustituciones se cubren con retraso, han aumentado las cargas de trabajo, reducido los recursos destinados a necesidades especiales del alumnado, minado los recursos de formación en euskara... Ni que decir tiene que todas estas medidas afectan negativamente a la calidad de la educación y suponen un debilitamiento de la enseñanza pública.
Recientemente hemos oído a la consejera Isabel Celaá anunciar en los medios de comunicación la creación de 1.000 nuevos puestos de trabajo en la red pública. Pero, nuevamente, la realidad es muy diferente.
Comparando con el curso pasado, hay 3.464 alumnos más en Infantil y Primaria (199 aulas más). Manteniendo la proporción de años anteriores, la plantilla debería haberse incrementado en 350. Sin embargo, el incremento ha sido de sólo 80, esto es, 270 personas menos.
En Educación Secundaria la situación es aún más grave: 2.121 alumnos/as más, que debieran haber supuesto 400 profesores/as más, pero el Departamento de Educación ¡ha suprimido 262 respecto a la plantilla del curso pasado! Más allá de la propaganda, los números alertan acerca de la magnitud de los recortes que el Departamento está haciendo en la Educación Pública.
En cuanto a las sustituciones la situación es también grave, pues, como consecuencia de la aplicación del acuerdo laboral, las bajas se están cubriendo desde el 5º y 6º día, recayendo sobre el centro la labor de vigilar las clases que quedan sin profesorado.
Se trata de un retroceso inaceptable, que complica el trabajo diario en los centros, dificulta la labor directiva y aumenta la carga de trabajo. Alumnado y familias también sufren las consecuencias, pues se suceden los días sin que el profesorado sustituto cubra las bajas, perdiéndose de facto muchas horas lectivas. Si de verdad consideramos que la calidad y la eficiencia en la enseñanza son criterios importantes, no cabe duda de que las sustituciones se deben realizar desde el primer día.
Como consecuencia, con los recortes efectuados en todo el personal (docente y no docente), la precariedad se ha incrementado, afectando de modo especial al sector más débil, el de las y los trabajadores interinos. Les afecta directamente la reducción de puestos de trabajo, el retraso en las sustituciones y demás recortes, precisamente cuando la necesidad de personal en los centros es más acuciante.
Aunque el Departamento de Educación intenta dar una imagen falseada para tapar la realidad, los trabajadores y trabajadoras sabemos bien que las decisiones que han tomado y los recortes afectan directamente a la calidad de la educación. La enseñanza pública sale perdiendo y debilitada, entre otras cosas en los proyectos que se llevan a cabo en cada centro, pues en estas condiciones es muy difícil la renovación y es complicado impulsar las necesarias mejoras didácticas.
Sabemos que además de los sindicatos, que llevamos denunciando estos recortes desde el curso pasado, se están produciendo denuncias y protestas desde otros sectores, que aplaudimos, respaldamos y animamos como muestras de un sistema educativo que está vivo.
Lamentablemente, en este 2010 se han producido graves retrocesos en la enseñanza pública, debido a los recortes del Gobierno Vasco. Han dejado claro cómo quieren gestionar la crisis: cargando el peso sobre las y los trabajadores y debilitando los servicios públicos. Las decisiones y medidas evidencian que, pese a lo que se dice desde el poder, la educación no está teniendo un trato preferencial. Muy al contrario, con la ayuda de un convenio firmado en minoría por CCOO y UGT, están perjudicando a la enseñanza pública, con decisiones que afectan a docentes y no docentes, alumnado y familias.
Por todo ello, los sindicatos STEE-EILAS, LAB y ELA, que conformamos la mayoría sindical en el sector, vemos la necesidad de responder a estos ataques y animamos a ello a los diversos colectivos y sectores de la educación pública. Exigimos una política que refuerce los servicios públicos, y desde la enseñanza pública vamos a movilizarnos por ello.
Xabier Irastorza
Responsable Enseñanza