La apertura de la residencia de Ordizia para los mayores con Covid se ha hecho con menos plantilla que la habitual

22/10/2020
ELA recuerda que en el anterior proceso la falta de personal, la falta de medios y una estructura arquitectonica inadecuada trajo consigo que murieran el 50 % de los residentes de la residencia San Jose de Ordizia.La reapertura fue el 15 de octubre. Esta mañana se ha celebrado una concentración de protesta en la Plaza de Ordizia.

La residencia San José de Ordizia está dirigida por el organismo autónomo Kabia de la Diputación Foral de Gipuzkoa. En ella trabajan 13 trabajadoras de KABIA y 55 de Eulen Servicios Sociosanitarios.

Durante los primeros meses de la pandemia, en este centro, 54 de los 68 usuarios dieron positivo, 34 personas fallecieron (  25 de ellos fallecieron por COVID-19, y otros 9  sin confirmar) el porcentaje más alto de toda Gipuzkoa . Por otro lado, 25 trabajadoras fueron contagiadas, de las cuales 7 tuvieron que ser ingresadas en el hospital.

ELA interpuso una demanda para denunciar la falta de medidas de organización y la falta de material de protección a la que las trabajadoras tuvieron que hacer frente.En ese momento ni Kabia ni Eulen compartieron planes de contingencia ni información con las representantes de las trabajadoras.

El 19 de junio de 2020 se procedió al cierre de la residencia debido a que la infraestructura de la residencia no era la adecuada y era necesario realizar obras en la misma. El 16 de septiembre se informó a las trabajadoras que la residencia se abriría la siguiente semana, día 23 de septiembre. Ante la falta de garantías para realizar esta reapertura, realizamos una rueda de prensa el día 21 en la que denunciamos:

⦁    El nuevo paso que está dando KABIA con el objetivo de privatizar la residencia.
⦁    La decisión de que la residencia se destine a usuarios/as con COVID19 supone que Ordizia y los pueblos de alrededor se queden sin servicio.
⦁    La delicada situación animica y psicologica de las trabajadoras debido a las secuelas producidas por lo vivido durante los primeros meses de pandemia, y que ante esta situación no se habían puesto mecanismos en marcha para repararlo.
⦁    Que las trabajadoras apenas recibieron formación.

ELA solicita  a la Diputación de Gipuzkoa que diera marcha atras y no recortase los servicios de Ordizia, asimismo, que se nos respetara y tuvieran en cuenta a las trabajadoras y nuestras representantes.

Esta apertura de septiembre se retrasó y la residencia se ha abierto el 15 de octubre. Los residentes, comenzaron a llegar el pasado viernes. Desde ELA queremos denunciar que, tras varias peticiones y denuncias, en vísperas de la apertura nos dieron el plan de contingencia que segun la ley hay que negociar con las trabajadoras. La misma tiene que recoger el funcionamiento de la sede adaptado a la nueva situación y las medidas de seguridad necesarias entre otras cuestiones. Hace menos de una semana que los abuelos están presentes y queremos denunciar firmemente lo siguiente:

-El servicio se dará con menos auxiliares que antes. Antes del Covid, estábamos tres auxiliares para atender a 15 usuarios. Ahora, en una planta 3 auxiliar para 18, en la otra planta  3 para 19 y en la otra 3 para 21. Por la tarde sería uno menos por cada planta.
-Sólo habrá una enfermera en cada turno para 58-60 pacientes covid
-No habra medico durante 20 horas al día: Solo hbara medico  4 horas al día para esos mismos pacientes.Por tanto durante 20 horas no habra
-La enfermera y la médico pertenecerán a la empresa subcontratada.
-Para un centro medicalizado, o como ellos dicen casi medicalizado, son muy pocas las sanitarias con las que está previsto atender a las y los abuelos.

Las consecuencias de todo esto son muy graves tanto  para las trabajadoras como para el servicio que se presta a los y las usuarias. Por citar algunos ejemplos:

-Las trabajadoras tenemos 3 minutos para hacer la higiene de los abuelos enfermos con Covid, nos cronometran. Para ello, debemos utilizar unas toallitas en lugar de ducharlos todos los días, de lo contrario no es posible hacerlo en ese tiempo.

-También mencionar el caos de los primeros días de la apertura: a medida que han ido llegando los enfermos al centro, no nos han dado información de cada uno, si son diabéticos, si son dependientes... ni cómo se llaman, porque en sus camas no han puesto sus nombres. Muchas veces andan por el pasillo, algunos se quitan la mascarilla.

-Dos días después de su traslado a Ordizi, un familiar con el que hemos podido hablar nos dijo que no tenían ninguna noticia, sólo que despues de que se contagiara, les habian dicho que lo habian llevado a Ordizi y nada mas.

-Tal y como figura en el plan de Contingencia elaborado por Diputación, los residentes que recibirán las visitas serán sólo los que se encuentren en la fase final de su vida. Los demás usuarios que no recibirán visitas, solo tienen garantizado que las auxiliares les ayuden a realizar videollamadas con skype o whatssap de 10 o 15 minutos una vez a la semana.

Por lo tanto, el sindicato considera muy grave que esta reapertura de la residencia, y visto que los usuarios que están son enfermos de COVID, se haya abierto con menos personal. Kabia quiere trasladar a algunas de sus trabajadoras a otras residencias, dejando la residencia con menos personal y dando pasos para su privatización.

 A la Diputación, como titular y dirección de la residencia y a la empresa Eulen, en nombre de nuestras compañeras, venimos con un SOS, venimos a traer el grito de ayuda. Una pandemia no se afronta con menos personal y menor y peor servicio, sino con más plantilla y recursos, señor Olano.