Brecha salarial, mal pandémico

22/02/2021
El 22 de febrero se celebra el Día Europeo de la Igualdad Salarial entre Mujeres y Hombres. Hoy en día la brecha salarial sigue siendo un fenómeno extendido de forma pandémica en nuestra sociedad. Todavía las mujeres recibimos sueldos más bajos que los hombres por realizar trabajos de igual valor. Aún hoy, las profesiones, sectores y puestos de trabajo conformados por mujeres siguen siendo infravalorados socialmente y, en consecuencia, económicamente.

A través de la división sexual del trabajo se define cuales son los trabajos considerados "masculinos" y "femeninos", infravalorándose además estos últimos. El resultado es que la brecha salarial anual en Hego Euskal Herria supera los 7500 euros, lo que supone un porcentaje de más del 24% de brecha salarial.

Necesitamos de una vez políticas e iniciativas eficaces contra la brecha salarial, medidas que no se queden en el plano formal o en soluciones superficiales. A pesar de que en los últimos años se están produciendo cambios legislativos en la materia (RDL 6/2019, 901/2020 y 902/2020, por ejemplo), las empresas y administraciones siguen siendo generadoras de brecha salarial. Con frecuencia incluso cuesta aplicar la ley en su totalidad, teniendo las medidas y mecanismos formales de igualdad el fin del blanqueo morado en demasiadas ocasiones.
Como primer paso, hay que hacer cumplir las leyes y normas contra la brecha salarial, en las empresas privadas, por supuesto, pero también en las administraciones públicas. De hecho, aquellos que publican leyes y normas de igualdad a menudo reproducen estas desigualdades en su interior.

Estamos en una época donde se está promoviendo la privatización de los servicios públicos, y muchos de los servicios que la administración pública subcontrata, son feminizados y precarizados. Ejemplo de ello son las residencias de ancianos, los servicios de limpieza o los comedores escolares, entre otros. La administración que debería servir de ejemplo se ha convertido, por tanto, en causante de la brecha salarial, mientras a los y las responsables de este tipo de políticas se les llena la boca de palabras sobre igualdad y feminismo.
Desde el sindicato ELA afrontamos diariamente la brecha salarial a través de la negociación colectiva feminista. Se están suscitando conflictos en torno a la brecha salarial en diversos centros y sectores de trabajo y ya hemos tenido varios triunfos. Recientemente, por ejemplo, se ha conseguido eliminar la brecha salarial que existía entre las trabajadoras de la limpieza de las dependencias municipales de Zarautz con respecto a la limpieza viaria (sector masculinizado). Anteriormente hemos tenido otras experiencias similares: en 2019 las trabajadoras de la limpieza subcontratadas por el ayuntamiento de Elorrio consiguieron un incremento salarial del 20,76% tras 5 meses de huelga; el mismo año las limpiadoras de los juzgados y comisarías de Gipuzkoa consiguieron reducir la brecha en un 70% con respecto a la limpieza viaria después de 280 días de huelga, sin olvidarnos del colectivo de limpiadores subcontratados por la UPV y el departamento de Educación, que bajo el lema !mismo trabajo, igual salario! salieron a la calle denunciando la brecha salarial del 13% que sufrían.

Desde el sindicato ELA seguiremos en primera línea en la lucha contra la brecha salarial impulsando huelgas y movilizaciones para organizar a las trabajadoras en los diferentes sectores y centros de trabajo, con el fin de acabar con la brecha salarial. Al mismo tiempo seguiremos exigiendo a las instituciones públicas que ejerzan efectivamente sus responsabilidades y obligaciones, para que pasen de ser cómplices de esta injusticia a implantar y hacer efectivas medidas contra la brecha salarial. Insistiremos hasta que desde las instituciones se lleven a cabo políticas feministas reales; y, al fin y al cabo, hasta acabar con la brecha salarial.