ELA exigirá el 8 de Marzo cuidados públicos para todos y todas

Los cuidados serán, por lo tanto, el eje central de ELA este 8 de Marzo. Para ello el sindicato ha organizado una jornada en el Kursaal de Donostia (10:00). En primer lugar Amaia Perez de Orozko reflexionará sobre el sistema de cuidados de Euskal Herria; a continuación, trabajadoras del sector de los cuidados darán su testimonio sobre el tema. A las 12:00 una manifestación recorrerá las principales calles de Donostia. Por su parte, a la tarde ELA se sumará a las diferentes movilizaciones del movimiento feminista.
Reivindicaciones de ELA:
Los cuidados, en lugar de ser un derecho, se han convertido en objeto de negocio: Se priorizan los beneficios de las empresas privadas, con la dejación y el apoyo de las administraciones.
Silver economy: A medida que la esperanza de vida aumente el negocio de “cuidar” a las personas mayores crecerá. También los ‘fondos buitre’, que solo buscan hacer dinero, poseen numerosas residencias de la tercera edad.
Se fomenta la precarización de las cuidadoras: Muchas de ellas no llegan ni a un salario de 1.300 euros. Además, las jornadas parciales, la eventualidad, los daños psicosociales y emocionales... son problemas habituales en estos sectores esenciales.
Dignificar las condiciones de trabajo y ofrecer un servicio de calidad: Esta reivindicación no es sectorial, porque tiene un impacto inmediato en la calidad de los servicios y la vida de las personas usuarias.
Garantizar también los derechos de las trabajadoras de hogar: Al ser su trabajo más invisible, se les niega una y otra vez los derechos laborales de las personas asalariadas.
Mayoría de trabajadoras racializadas: Muchas trabajadoras son racializadas, y las instituciones y empresas se aprovechan de ello para precarizar sus condiciones de trabajo. Hacen negocio a costa de su situación de vulnerabilidad.
¡No nos han regalado nada! En los sectores en que los cuidados están profesionalizados estamos impulsando numerosas huelgas. La situación es grave y las administraciones aceptan que las trabajadoras tengan condiciones precarias. Los poderes públicos son quienes gestionan estos servicios de cuidados y, en consecuencia, son responsables de estos conflictos.